El 14 de julio de 2016 se celebró en La Habana una nueva ronda de conversaciones migratorias entre delegaciones de Cuba y los Estados Unidos, presididas, respectivamente, por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro, y por el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, John Creamer, según nota publicada por CubaMinrex.
La delegación cubana expresó una vez más su profunda preocupación por la persistencia de la política de «pies secos-pies mojados» y la Ley de Ajuste Cubano, que conceden a los ciudadanos cubanos un trato migratorio preferencial y único de su tipo en el mundo, al admitir automáticamente en el territorio de los Estados Unidos a aquellos que llegan de manera irregular y sin importar las vías y medios que emplean, en violación de la letra y el espíritu de los Acuerdos Migratorios en vigor, mediante los cuales ambos gobiernos se comprometieron a garantizar una emigración legal, segura y ordenada.
Los representantes de Cuba enfatizaron que estas disposiciones políticas y legales estimulan la emigración irregular hacia los Estados Unidos, directamente desde el territorio cubano y también desde terceros países, incluyendo de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior. Recalcaron a su vez, que estas provocan pérdidas de vidas humanas y favorecen la comisión de delitos como el tráfico de emigrantes, la trata de personas, el fraude migratorio y el uso de la violencia, con un impacto extraterritorial de desestabilización sobre otros países de la región.
La parte cubana reiteró su rechazo al Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, que alienta a personal cubano de la salud que colabora en terceros países a abandonar sus misiones y emigrar a los Estados Unidos, lo cual es una práctica censurable que afecta los programas de salud de dichos países y no se corresponde con el contexto bilateral actual.
La delegación de Cuba subrayó que no podrá haber relaciones migratorias normales entre los dos países, hasta tanto no se eliminen la política de «pies secos-pies mojados», la Ley de Ajuste Cubano y el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos.
En la ronda se evaluaron otros aspectos, incluyendo el estado de los acuerdos vigentes, la implementación de la política migratoria cubana, el otorgamiento de visas para emigrantes y visitas temporales a los Estados Unidos y las acciones de ambas partes para enfrentar la emigración irregular, el contrabando de personas y el fraude de documentos.
Las dos delegaciones coincidieron en reconocer los resultados positivos del encuentro técnico sobre prevención de fraude migratorio y tráfico de personas, y del encuentro técnico entre Tropas Guardafronteras de Cuba y el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos, realizados en febrero y junio de 2016, respectivamente, en Miami.
Cuba reafirmó su disposición a mantener estas conversaciones, concluye la nota.