PARÍS, diciembre 7.— La ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, reafirmó el compromiso de la isla con el éxito de la Conferencia climática en París, que debe lograr de manera transparente un acuerdo justo, equilibrado y ambicioso, informa PL.
Al intervenir en el segmento de alto nivel de esta cumbre, Pérez afirmó la seguridad de que se puede contar con la actuación constructiva de Cuba para responder a la esperanza que las generaciones actuales y futuras han puesto en este encuentro de representantes de 195 países.
Citó la intervención del primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante el evento de líderes que inició la Conferencia, de que el acuerdo de París debe entrañar un firme compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además del establecimiento de un renovado marco de cooperación internacional, que asegure la provisión y escalamiento de los recursos y la transferencia de tecnologías para que los países en desarrollo puedan cumplir con las disposiciones del acuerdo.
La titular señaló al plenario que tras una semana de trabajo en París, se han logrado avances pero aún quedan retos importantes en temas claves como finanzas, transferencia de tecnología y creación de capacidades.
Los países en desarrollo -acotó- han mostrado flexibilidad y vocación de consenso, no siempre reciprocadas por las naciones industrializadas.
Otros temas sensibles para nuestros países, dijo, como el de «pérdidas y daños», no se negociaron. Aún no se alcanza un tratamiento balanceado de todos los elementos definidos bajo la Plataforma de Durban, la base que siguen las negociaciones.
«Esto demuestra que los mensajes de voluntad expresados el día 30 durante el encuentro de alto nivel por parte de los líderes de los países desarrollados, no siempre han devenido en posturas flexibles y constructivas que se hayan reflejado en el texto en negociación», manifestó.
De acuerdo con la funcionaria de Cuba, se requiere elevar el nivel de compromiso y voluntad política que permita lograr en París el acuerdo que el mundo necesita. En particular -dijo- en tres aspectos esenciales.
Mencionó que en primer lugar es necesario detener los intentos por reescribir la Convención, renunciando o alterando sus objetivos y principios.
«Lo que hoy hacemos aquí, y el resultado que logremos, tiene que estar en plena consonancia y apego a su letra y espíritu, y tener como principal fin su fortalecimiento a nivel global», señaló.
Por otro lado, continuó, deben recibir especial atención las necesidades y circunstancias de los pequeños estados insulares en desarrollo, y de otros países particularmente vulnerables.
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Como segundo término, Pérez resaltó que las naciones industrializadas no pueden continuar evadiendo el reconocimiento de sus compromisos históricos y actuales con la financiación climática.
El acuerdo a que arribemos debe crear un marco ambicioso, predecible y verificable, para una financiación creciente, que tome como base, como mínimo, el compromiso de los 100 000 millones de dólares anuales acordados en el 2010 en Cancún.
Finalmente, pero no menos importante, está el reconocimiento de este acuerdo como un punto de partida para avanzar más allá del limitado marco de las contribuciones nacionales, hacia acciones de mitigación y adaptación consistentes con los impactos actuales y crecientes del cambio climático.
Aseveró que los países desarrollados deberán tomar el liderazgo según el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, respecto a las emisiones históricas de gases de invernadero.
Concluyó la representante de la mayor de las Antillas que la isla ve con optimismo la adopción de un acuerdo en París, pero para ello se requiere intensificar el trabajo en esta etapa final, aunando firmeza y flexibilidad.