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LAS TUNAS.— La Jornada Cucalambeana, fiesta que cada año honra a la cultura campesina, desarrolla aquí su programa de actividades desde ayer y hasta el 2 de julio, dedicado a la provincia de Ciego de Ávila y a la hermana nación mexicana.
En esta cuadragésima octava edición, además de representantes cubanos, participan investigadores, estudiosos, artistas y cultores de manifestaciones bucólicas procedentes de Chile, Venezuela, Argentina, Panamá, Ecuador, España y Alemania.
El repentismo, tradición oral de más de tres siglos de arraigo en los campos cubanos, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, tiene su espacio habitual en el concurso de improvisación Justo Vega. Un jurado premiará al repentista que consiga dotar de mejores sugerencias líricas a sus versos.
Otros momentos importantes son la premiación del concurso de glosa Canto alrededor del punto y del Iberoamericano de la Décima, con su coloquio teórico referente a la obra de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, «El Cucalambé», al poeta y pedagogo Raúl Ferrer y a las principales tradiciones del país azteca.
Para la grey infantil se concibió la gala Por un sueño montuno. Y en el paradisíaco entorno de El Cornito, con su escenografía natural de bambúes, la selección de la Flor de Virama entre las más bellas jóvenes campesinas clasifica, sin dudas, como uno de los instantes de mayor aceptación pública.
Como de costumbre, la jornada ofrece espectáculos musicales y danzarios protagonizados por más de 300 artistas, muchos de ellos procedentes del movimiento de aficionados, quienes van hasta comunidades rurales del territorio acompañados de instructores de arte de la Brigada José Martí. También se proyectan materiales audiovisuales en la sala Titón.
Artistas plásticos y artesanos hicieron aportes a la fiesta, inspirados en el poeta bucólico tunero, en el aniversario 186 de su natalicio. La propuesta incluye ferias y exposiciones como el Salón de Paisajes, la Décima Ilustrada y un mural de cerámica de la autoría del artista local Jesús Vega Faura, «Chucho». Los escritores y poetas contribuyen con nuevas aproximaciones al quehacer literario del Cantor de Rufina.
