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Por una organización juvenil más activa y crítica abogaron los jóvenes. Autor: Alejandro Durán Publicado: 21/09/2017 | 06:06 pm
El primer deber de un hombre es ser un hombre de su tiempo. La sentencia martiana, enarbolada por Solanch Sanz Suárez, militante de la Facultad de Derecho, de la Universidad de Oriente, articuló el sentir de las más de 15 intervenciones que dieron vida a la asamblea de balance X Congreso de la UJC en la provincia de Santiago de Cuba.
Al inicio de la reunión, en nombre de los jóvenes santiagueros, Fidel González, del comité de base del Bufete Colectivo No. 2, de la ciudad, expresó el respaldo a la firme postura de la delegación cubana en los Foros Paralelos de la Cumbre de las Américas.
Para estar a la altura de lo que demanda de los nuevos el contexto económico y político actual es preciso atemperar los resortes del trabajo político de la UJC a la realidad de hoy, lo que significa, al decir de Fidel González, desterrar la pasividad, ser ejemplo de energía y creatividad y profundizar en la preparación política y humanística que les permita a los militantes aportar argumentos sólidos al debate en todos los escenarios.
Se reconoció que aunque la provincia muestra avances en los últimos dos años en el crecimiento a sus filas de nuevos militantes, aún quedan muchas reservas por explotar. Una está en la atención a los noveles del sector no estatal, con gran peso en nuestra economía futura.
A sembrar valores, ser ejemplo, adentrarse en la realidad para explicar las cosas y luchar todos los días por hacer bien lo que les toca, les exhortaba igualmente el Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero, quien en emotivo diálogo con los delegados durante la jornada previa les habló de aquella frase martiana: El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber, y de cuánto los nuevos cubanos, que tienen en sus manos el futuro, pueden hacer para materializarla en bien del país todos los días.
Con esos análisis coincidía el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, quien reconocía la calidad creciente de las nuevas generaciones, a pesar de su diversidad.
Tenemos una juventud fuerte, preparada. Pueden tener un tatuaje o un pelado distinto, todos no son iguales, y puede que hasta les falte alguna información, pero se ve un cambio de calidad.
No buscamos jóvenes perfectos, sí revolucionarios y buenos, que aporten. Estamos en otro mundo diferente al de 50 años atrás y nos enfrentamos a cambios, donde la juventud es la fundamental protagonista y continuadora de la Revolución. Deben transmitir la historia que no vivieron de la manera más objetiva y espontánea, agregó el dirigente.
Donde exista un muchacho con cualidades, que esté aportando al país, debemos pensar que dentro de la UJC podemos ayudarlo mejor a transformar las dificultades que pueda tener, que si lo dejamos fuera y esperamos a que él solo resuelva las cosas que deba mejorar, sentenció el también Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en alusión al tema del crecimiento a las filas de la organización.
Machado Ventura exhortó a los dirigentes juveniles a aprovechar herramientas como la participación en los consejos de dirección para plantear, tramitar y defender las inquietudes y planteamientos de los jóvenes.
En la asamblea, que estuvo también presidida por la primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, Yuniasky Crespo Baquero, se eligió el nuevo Comité Provincial de la UJC, al frente del cual fue promovida la compañera Gretchen Odio Pérez.
La dinámica la impone el comité de base
«Hay una conciencia clara de los asuntos que preocupan a la organización, sus problemáticas y la forma de resolverlas, apreció José Ramón Machado Ventura al intervenir en la Asamblea Provincial X Congreso de la UJC en Guantánamo.
La certeza de que en el comité de base de la UJC está la fuerza capaz de dinamizar a la organización y colocarla en posición de atender a todos los jóvenes del universo, se hizo patente durante diálogos en los que participaron también Denis Legrá Azahares, primer secretario del Partido en la provincia, y Yuniasky Crespo Baquero.
Esa idea gravitó igualmente en las Conexiones Necesarias y los congresos a nivel de colectivos de la FEEM, brigadas de la FEU, centros de trabajo, pero también «debería llegar a cada joven en los barrios donde necesitamos transformar mentalidades y enfrentar manifestaciones de antivalores», como expresó en el plenario Rosmari Porta Limonta, delegado por el municipio cabecera.
«Se trata de encontrar mejores maneras de acercarnos y atraer a los jóvenes con los que convivimos, ante los cuales no podemos aparecernos desprovistos de argumentos; se requieren el ejemplo personal y la claridad de la tarea para crear un comité de base e impulsar el cumplimiento de los planes de producción», expuso un joven del sector azucarero.
Carlos Manuel Vega Fernández trajo a colación el ejemplo del centro escolar mixto Abel Rojo —la institución de mayor concentración de jóvenes en el municipio de Caimanera—, que carecía de estructuras de la UJC hace poco tiempo y ahora esa organización lidera, con la influencia en sus profesores, trabajadores y alumnos, el enfrentamiento a la subversión político-ideológica, dirigida contra las nuevas generaciones en ese territorio reclamado por nuestro pueblo y donde permanece la ilegítima base naval yanqui.
Yuniasky Crespo instó a la organización a continuar formando a los jóvenes que ingresan a ella y a los que no están en sus filas, pero tienen la disposición y las aptitudes para integrarla, como parte del concepto revolucionario de una juventud inclusiva y transformadora que sea continuidad de la obra.
En la cita fueron presentados los delegados al Congreso de la UJC, las propuestas a miembros del Comité Nacional de la organización y el nuevo Comité Provincial y su Buró, al frente del cual se ratificó a Yucleidis Ramírez Ramírez.
