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Camagüey. — El pueblo de Vertientes recordó la caída en Combate de El Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, en el Potrero de Jimaguayú, lugar donde el 11 de mayo de 1873, la historia se escribió con sangre.
En el sitio histórico donde El Mayor libró su última batalla se escucharon canciones y poemas alegóricos a la histórica fecha.
Durante la sencilla ceremonia se reconocieron a los pioneros galardonados en el concurso «Agramonte entre nosotros», convocado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey y el Museo Municipal de Vertientes.
El premio de poesía correspondió a la pionera María Carla Castro Hernández, con su obra Digno camagüeyano; los laureados en ponencia, fueron Melisa López y Karelis Oviedo, todos del centro escolar Sergio González.
El MS.c Miriciano Mejías Urra, historiador de este sitio, destacó el ejemplo de El mayor e instó a beber de esta fuente para avanzar en los retos actuales de la obra revolucionaria.
«Fue un hombre consecuente con la época que le correspondió vivir, sus valores deben ser transmitidos a las futuras generaciones de cubanos, por que en ellos está parte del sustento de la Revolución».
«En la actualidad—insistió—su principal legado es su amor incondicional a la patria, revelado como nunca antes en su exhortación del 27 de enero de 1869 a que nuestro grito sea para siempre «¡Independencia o muerte!».
Al cierre de esta información estudiantes extranjeros de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) desarrollaban su tradicional caminata, hasta el Potrero de Jimaguayú, de más de 12 kilómetros, en tributo a la trascendental fecha.
En tanto, los integrantes de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) iniciaban una trayectoria similar, para acampar durante esta madrugada y esperar el nuevo aniversario, junto a estudiantes y jóvenes de la provincia.
