Desfile por el Día Internacional de los Trabajadores en Las Tunas. Autor: Sofía Morales Hernández Publicado: 21/09/2017 | 05:48 pm
LAS TUNAS.— Unos 300 000 tuneros tomaron simbólicamente las principales calles de los ocho municipios de esta provincia para celebrar con un grandioso y multicolor desfile.
Los sindicatos provinciales afiliados a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) aquí pusieron sobre el asfalto su capacidad de creación, para regalarles a las autoridades y al pueblo que representan un mosaico de iniciativas.
Estilizadas cañas de azúcar, enormes tabacos, panales de miel, lápices sobredimensionados, termos de refrescos en miniatura y otros motivos resaltaron en la concentración, además de banderas cubanas y de fotos de sus dirigentes históricos.
La amistad con otros pueblos estuvo presente también en la caminata. Grandes retratos de Hugo Chávez y de otros líderes devinieron recurrencia, así como carteles exigiendo la pronta libertad de los Héroes aún prisioneros en el imperio.
Algo que signó especialmente al desfile tunero por el Día Internacional de los Trabajadores fue la participación masiva de jóvenes en categórico apoyo a la Revolución. Su entusiasmo contagioso le dio un toque singular a sus bloques.
Este Primero de Mayo tunero confirmó por enésima vez que el proyecto social cubano cuenta con el beneplácito de un pueblo entero, unido, cohesionado, patriota y combativo, aunque el enemigo de siempre se empeñe en destruirlo.
Felipa, la centenaria
Entre las innumerables singularidades del desfile por el Primero de Mayo en esta ciudad, una persona hizo activar a toda prisa los obturadores de las cámaras fotográficas y la atención de los periodistas acreditados.
Se trata de Felipa de Armas, una anciana de 104 años de edad –su carné de identidad así lo acredita-, quien, a pesar de su veteranía no se ha perdido ninguna de las convocatorias obreras en los últimos cinco años.
«No me pierdo un desfile, porque en mi tiempo eso no existía –asegura-. La Revolución ha sido todo para mí y puede contar conmigo. Por eso, con la ayuda de alguien, vengo en mi silla de ruedas, a pesar de las advertencias de mis parientes».