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Esteban Lazo dialogó con los asitentes al balance guantanamero de la UJC. Autor: Haydée León Moya Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
GUANTÁNAMO.—«El futuro ya llegó y le pertenece a esta juventud que, como en otras etapas, ha estado en la vanguardia de los principales empeños de la nación», aseguró aquí el miembro del Buró Político Esteban Lazo Hernández durante la asamblea provincial IX Congreso de la UJC.
La necesidad de profundizar en el funcionamiento de la organización en la base, elevar la preparación política de sus efectivos y el poder de convocatoria juvenil ante los desafíos actuales encauzó el debate entre los casi 200 delegados de los diez municipios guantanameros.
La intervención del también Vicepresidente del Consejo de Estado, permitió situar el trabajo político ideológico en el colimador del desempeño de la organización en Guantánamo. Y es que Lazo puso a meditar a los delegados. No hacen falta ejercicios retóricos estériles, ni ir a buscar esos argumentos en experiencias ajenas.
Es necesario conocer con profundidad los elementos que demuestran el significado de la obra revolucionaria en la vida de los cubanos de cualquier generación, recomendó, «porque la lucha ideológica principal es entre el capitalismo y el socialismo. Y nosotros tenemos una obra colosal que a veces no se conoce ni se explica en toda su magnitud», consideró.
Si se titubea, o se demuestra falta de conocimientos para explicar y reiterar, estaríamos cediendo en la confrontación ideológica con nuestro enemigo: el imperialismo norteamericano, «que continúa apostando a la subversión interna y especialmente en los predios universitarios», como lo interpreta el estudiante Xavier Arrúe de la universidad pedagógica de Guantánamo.
Ninguna de esas aristas está divorciada de lo que acostumbramos llamar funcionamiento. Reunirse según lo previsto, algo que evidenció fisuras en el período, ser ejemplares y buscar soluciones a los problemas del entorno, sumar militantes y jóvenes para fortalecer el Partido, es una misión sempiterna de la organización.
De ahí que fuera bien recibido el criterio de Yunier Molina del Instituto Preuniversitario Vocacional en Ciencias Pedagógicas Manuel Tames, del municipio de Niceto Pérez, para quien «no basta con que el militante de la UJC sea bueno; por eso tiene un carné. Necesitamos que a su alrededor todos sean buenos revolucionarios».
Resulta meritoria la labor del comité de base cuando, por ejemplo, vela y preserva los recursos en un telecentro municipal como Primada Visión, «para que los periodistas y demás trabajadores podamos informar mejor, e influir positivamente en la defensa de la identidad contra el avance del consumismo y otras conductas y antivalores del capitalismo», estimó Miguel Reyes, reportero de esa televisora.
Aportar alimentos a la población y autoabastecerse en lo posible en cada entidad está en el visor de los jóvenes de las montañas, explicó Marianne Álvarez de la CCS Niceto Pérez, en Maisí, beneficiada con la entrega de tierras en usufructo. «En mi entorno los jóvenes trabajan, produciendo comida para el pueblo, nos hemos ocupado de eso», aseguró.
Para hacer mejor las cosas se necesita seguir más de cerca a nuestros militantes, darles tareas, compartir escenarios con ellos, motivarlos, consideró Yunier Barriento, un educador, también de Maisí.
La necesidad de dar un mejor empleo a los recursos sin descuidar el trato amable y el servicio de mejor calidad al paciente, la abordó la militante Alba Iris Asín Hernández, médica recién graduada, para quien «debe desterrarse la mala práctica de mandar exámenes complementarios a pacientes que no los requieren, haciendo un uso irracional de esos medios diagnósticos. Hay que apelar más al examen físico, al intercambio con el enfermo y su familia».
La cita, profunda en su contenido, sintió también la presencia del miembro del Buró Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, quien vía telefónica expresó su confianza en que la juventud guantanamera sabrá cumplir las misiones que se le encomienden.
Luis Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia, quien participó del balance junto a la primera secretaria de la UJC, Liudmila Álamo Dueñas, aseguró que la organización sigue cada vez más de cerca el desempeño de la UJC. Al frente del Comité Provincial de la organización se ratificó a Robin Romero Matos.
Funcionar es hacer más
SANTIAGO DE CUBA.— ¿Por qué si entre los delegados a una asamblea como esta, como evidencian las intervenciones, hay claridad absoluta de la misión fundamental de la organización, y qué debe hacerse para revertir las dificultades, ello no se revierte en mejores resultados en su funcionamiento cotidiano?
La interrogante fue, lanzada por la primera secretaria de la UJC, Liudmila Álamo Dueñas en la asamblea IX Congreso de la organización en esta provincia.
Comprometidos con el ejemplo de los más de 1 200 jóvenes que entregaron su vida para legarles esta Revolución, los casi 300 delegados, que estuvieron acompañados en la asamblea por el integrante del Buró Político del Partido, Esteban Lazo Hernández, y el miembro del Comité Central del Partido y primer secretario en el territorio, Lázaro Expósito Canto, entre otros dirigentes, captaron que se impone lograr el cambio.
Así lo ratificaba Yanet Mock, de la secundaria básica Antonio Maceo, quien tras reconocer que la máxima responsabilidad de poner el trabajo juvenil a la altura de lo que necesita el país está en los secretarios generales y militantes de cada comité de base, enfatizaba en que el funcionamiento tiene que ir más allá del acta o la entrega de la cotización para asumir la discusión de los problemas fundamentales que hay en un determinado centro, en todos los espacios propicios, con militantes y jóvenes.
«Funcionar es aprobar planes de trabajo que reflejen las necesidades reales, económicas, culturales, políticas, de nuestro radio de acción. Funcionar es darle tareas a esos jóvenes y evaluárselas; funcionar es hablar menos y hacer más», enfatizó la joven, quien además propuso incorporar a la agenda de trabajo mensual herramientas como las asambleas abiertas, las que definió como el termómetro para movilizar al universo juvenil vinculado a una estructura de base.
En esa misma línea, el primer teniente Ricardo Verdecia, de la Escuela Interarmas de las FAR José Maceo, Orden Antonio Maceo, llamó a convertir el comité de base en esa escuela de revolucionarios que garantizará la continuidad de la Revolución desde el diálogo político con los militantes y los jóvenes, siempre pensando que el lugar que no ocupen las estructuras juveniles acabará ocupándolo el enemigo.
A partir de sus experiencias en la Universidad de Oriente, Reinier Limonta ilustraba lo efectivo que resulta buscar los argumentos para dialogar, hablar siempre sin presuponer que el otro sabe de lo que se le está hablando, e incorporar lo que está en el debate público para hacer más rica la vida de la organización.
El Primer Secretario del Partido en la provincia ratificó que el aporte de los noveles es imprescindible para que la provincia siga avanzando, y les insistió en que para materializar las ideas y alcanzar los objetivos propuestos se requiere de métodos diferentes y un estilo de trabajo capaz de viabilizar las iniciativas y voluntades de los cuadros y militantes, en el que la acción sea siempre una obra diaria contra la rutina y el conformismo.
En la asamblea IX Congreso de la UJC santiaguera fue presentada la delegación de 64 jóvenes que representará a la provincia en la magna cita juvenil y se eligió el nuevo Comité Provincial, al frente del cual fue ratificado Julio César Rodríguez La O.
