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El cubano ha sido por historia hombre trabajador, sacrificado y solidario. Así eran también los miles que fueron a cumplir misión internacionalista en Angola en los años 80. Muchos se forjaron allí como combatientes pues en realidad unos alfabetizaban, algunos construían, otros realizaban labores médicas. Todos ayudaban al pueblo angolano.
No había salido el sol del 24 de marzo de 1984 cuando a los que se encontraban en la localidad de Sumbe, ciudad situada a 300 kilómetros de Luanda, los sorprendieron los disparos de los batallones de la UNITA —Unión Nacional para la Independencia Total de Angola— grupo opuesto al gobierno legítimo de esa nación.
«Ellos eran como 1500 hombres bien armados con morteros y lanzacohetes. Nosotros poco más de 200 que solo contábamos con fusiles PPCH, los cuales no eran el arma ideal, pero con esa le hicimos frente al enemigo», cuenta Roberto Domínguez, quien impartía clases de Biología y resultó herido en combate.
«A mí me tocó posicionarme detrás de la iglesia. Allí me hirieron con una bala que me atravesó el intestino por cuatro lugares ; me dañó el nervio de la pierna y me fracturó el hueso de la cadera. Esa batalla me marcó para siempre en la salud y en el espíritu. Defendimos aquel pedazo de tierra como si fuera nuestro».
El doctor Norberto García llegó a Angola en 1982 pero para la fecha del combate se encontraba en Sumbe al frente de la misión médica. Él también se había entrenado para la batalla desde el mismo salón de operaciones.
«Las condiciones del hospital no eran las más adecuadas pero tratábamos de dar la mejor asistencia médica. Muchas veces en el salón quirúrgico teníamos los fusiles cubiertos con un paño verde. En varias ocasiones nos llegaron amenazas en el momento de alguna operación y entonces teníamos que apurar las intervenciones y salir al campo de batalla», asegura el doctor García.
Estos hombres y mujeres que recordaron este miércoles los 25 años de la victoria de Sumbe, en el Centro Nacional de Combatientes, reconocen como su principal mérito haber defendido el suelo angolano, y a su vez las ideas internacionalistas del pueblo cubano.
Ana Área Sarmiento, miembro del Buró Nacional de la UJC, destacó en el acto que los miles de jóvenes que participaron en las diferentes misiones internacionalistas en África representan el ejemplo vivo de las ideas de Fidel y de la nobleza y el desprendimiento de su pueblo.
A la recordación asistieron Rodolfo Puente Ferro, presidente de la Asociación de Amistad Cuba-África, representantes diplomáticos angolanos y de otras naciones africanas, y la general de Brigada Teté Puebla, entre otros dirigentes.
