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«Aquí estamos en el monumento al Che. Aquí reposan los restos de quien hoy vive en nosotros. Dio su vida por la Revolución cubana, de América y de todos nuestros pueblos», expresó Hugo Chávez y pidió al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés y al vicepresidente del Consejo de Estado Carlos Lage que lo acompañaran.
En su conversación con Ramiro y Lage, destacó que el Comandante de la Revolución era el segundo de la columna invasora cuando el Che, por orden de Fidel, trajo la lucha guerrillera desde el Oriente hasta el Centro de la Isla.
«Ramiro es un hombre muy humilde, como todo revolucionario y no quiero que te apenes por lo que voy a decir, pero Ramiro es historia», dijo Chávez.
«Él estuvo en el asalto al Cuartel Moncada, comandado por Fidel; luego en el Yate Granma, donde el Che vino como médico de la expedición; y más tarde en la Sierra».
A continuación Chávez desarrolló la tesis de cómo las generaciones de revolucionarios se van superponiendo, y son continuadores unos de las luchas de los otros.
«Cuando tú naciste, me dijo Fidel una vez, ya nosotros estábamos presos por el Asalto al Moncada. Eso me lo dijo a mí Fidel una vez, cuando le dije que yo había nacido en julio de 1954.
«La historia es una secuencia de acontecimientos», afirmó Chávez. «El Che nació en 1928 y Fidel nació en el 26. Eran los años de Sandino en Centroamérica, y estaba fresco el galopar de Pancho Villa y Emiliano Zapata, mientras en Venezuela y otros lugares de América Latina estaba todavía la rebelión de los últimos “a caballo”».
A una pregunta de Chávez, Ramiro refirió que él nació en el 1932. «Sandino estaba vivo todavía», comentó el presidente bolivariano.
«Cuando nacen los guerrilleros de los 50 y los 60, estaban terminando su lucha los últimos de “a caballo”», reiteró Chávez refiriéndose a una generación de luchadores de América Latina. «Y cuando ustedes estaban con el fusil, estábamos naciendo nosotros».
«Nosotros éramos los niñitos de los 50, y ustedes los guerrilleros de los 50. Pero nosotros tenemos más suerte que ustedes. Ustedes no conocieron a los libertadores que los antecedieron, porque los mataron muy jóvenes».
Al respecto Lage refirió «nosotros hemos tenido el privilegio de vivir en los tiempos de Fidel, y ahora el suyo».
«El nuestro», contestó Chávez.
