La tecla del duende
Desde Granma un ocurrente apasionado nos envía tres poemas en prosa y verso libre. Pertenecen al poeta y narrador Daniel Díaz Mantilla, quien explora, con alta sensibilidad, esas honduras humanas a las que a diario nos asomamos. Disfrutemos.
El camino, la verdad y la vida. Nunca fui de los más recios. Hombros más fuertes hubo pero los vi soltar su carga cuando el sendero se hizo arduo. Y arduo ha sido para mí, y sin atajos. Pero andar es mi destino. Con fatiga y soledad a veces o entre amigos voy, cantando, no sé si cerca ya del fin o todavía. Pues lo cierto —si algo— no es en esta vida la urdimbre de horizontes que como obsesos tejemos, sino acaso la insistencia, el no rendirse, el cantar. Porque duro es el fardo y dura la vía bajo los pies, y entre duras piedras, con afán, doloridos vamos todos por la carga, más o menos dispuestos y azocados en engañosa ruta. Porque rara es la verdad, como el amor, por más que se hable de ellos: son palabras que se usan casi siempre con astucia. Yo lo sé porque he sufrido, mas sé que es preferible sufrir a ser inmune. Por eso canto y camino, por eso insisto todavía. Y aunque a veces la reciedumbre debilite y el deseo de llegar nos tumbe, y aunque a veces, muchas veces, el canto se atore en la garganta, también ocurre en ocasiones que la carga se hace alivio y el sentido de la marcha se revela.
La inutilidad, la indiferencia. Lo peor de decir es la inutilidad de las palabras./ Lo peor de desnudarse es la indiferencia de quien mira./ En estos días veo tu rostro y no lo reconozco,/ oyes mi voz cual si una voz lejana que gritara/ apagada por el viento, por el rugido del mar./ En estos días vivir/ es caer sin moverse del lugar en que se está,/ sin que alguien sepa o quiera saber./ Todos caemos, nadie vibra, nada se mueve/ y lo peor es eso: la inutilidad, la indiferencia,/ el desaliento que siembran en quien se desnuda o dice.
Apoyando las manos en el borde. En el tanque de la lavadora el agua gira en ciclos de detergente y ropa sucia. Son como breves tormentas contenidas por el plástico de la máquina: todo se arremolina a la izquierda, se detiene y recomienza a la derecha, una y otra vez.// Apoyando las manos en el borde del tanque, miro la espuma flotar en el torbellino y pienso en mi vida, que se sumerge y resurge cada día más gastada, más limpia.// Si a algo se parece mi alma —pienso—, es a esa espuma entre las turbulencias.
Los tecleros de Holguín se reunirán este sábado, 10:00 a.m., en la Colonia China (frente al Parque de las Flores), gracias a la invitación fraterna de Gloria Chin, su presidenta. Y el domingo, 6:00 a.m., saldrán en la Expedición Canción por Cuba para Tercer Frente y Santiago. Ya nos contarán.
Julia HS: Supimos de tu dolor en la distancia. Pero no hay distancia, estamos cerca. Teclahabana
Julieta: Que tu cumpleaños sea siempre «cumplesueños». Mamá