Acuse de recibo
Hoy titulo esta columna con la expresión que utilizó en su carta Rolando J. Rizo Oliva, para caracterizar lo que sucede impunemente en el reparto Víbora Park los días en que reciben el bombeo de agua.
Rolando, quien reside en San Gregorio, No. 114-C, en ese barrio del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, señala que «hace meses, debido a varios salideros, el agua corre desde la calle Mantua, dobla por Minas, se incorpora a San Gregorio, por esta a Villoldo, hasta verter en tragantes de aguas albañales que se pierden en el río».
Y puntualiza que, en Villoldo, casi frente al mercado, otro salidero también riega en forma similar.
Por otra parte, denuncia que hay cisternas en algunos domicilios en Villoldo, entre San Gregorio y Bayamo, que se unen a la «fiesta del despilfarro». Y todo ello contribuye al deterioro del pavimento de las calles.
Señala que el delegado del Poder Popular en la circunscripción 69 lo ha reportado a Aguas de La Habana, y lamentablemente el problema no se ha resuelto.
«No necesito visitas justificativas, manifiesta; deseo ver que el preciado líquido no se despilfarre», concluye.
El pasado 9 de septiembre, y desde Tacajó, en el municipio holguinero de Báguano, Fernando Acedo Guethon lamentó aquí que la farmacia principal de esa localidad llevaba muchos años sin refrigeración para proteger los medicamentos. Y para colmo, todo se complicó aún más, pues a la farmacia menos lejana también se le rompió el refrigerador hacía unos tres meses. Consideraba Fernando que constituye un gran problema obligar a transportarse hasta la cabecera municipal, a 19 kilómetros, a los pacientes necesitados de adquirir sus medicamentos.
Él llamó a Atención a la Población del Gobierno Provincial, y la decisión fue situar esos medicamentos en la farmacia de La Esperanza, en El Manguito, y en otra más, que están mucho más lejos, a sabiendas de lo crítico y caro que está el transporte.
«Esto es verdaderamente un ultraje. Da vergüenza decirle a una persona de la tercera edad que requiere su insulina, que vaya primero a su farmacia para que le den un papel, y después en la terminal averiguar dónde está el lugar y coger un carro para acceder a los medicamentos», concluía.
Al respecto, responde la doctora Deysi Guerrero Guerra, directora de Gestión Sanitaria de la Dirección General de Salud Provincial de Holguín, que para atender el caso se creó un grupo de trabajo, con la participación del Gobierno, la Dirección de Salud del municipio y la jefa de la red de Farmacias.
Indica que se comprobó la rotura de los refrigeradores, lo que ha traído dificultades para el almacenamiento de los medicamentos que requieren de frío. Y se determinó almacenar estos de la farmacia principal en la farmacia interna de la institución del área de salud Julio Antonio Mella, desde donde se le dispensarán a los pacientes afectados de la localidad.
Para ello, agrega, se adoptarán todas las medidas de control técnico y económico. Refiere que la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas trabaja en la contratación con formas de gestión no estatal para la reparación de los refrigeradores del municipio, lo que permitirá dar respuesta a esta y otras necesidades del territorio.
Y finaliza expresando que se le ofreció respuesta a Fernando, quien mostró conformidad con las acciones realizadas.
Se agradece la respuesta, pero no se puede dejar de señalar que tuvo que escribir el ciudadano a esta columna de correspondencia en un periódico nacional, para que, luego de que se publicara su denuncia aquí, se activara una medida elemental y razonable, que debió haberse adoptado localmente de inmediato. Quiero concluir entonces agradeciendo a Fernando.