Acuse de recibo
Niurbis Ramírez Samón (Baitiquirí, San Antonio del Sur, Guantánamo) es profesora de Inglés y madre de cinco niños (la mayor con 15 y el menor con seis). Viven en un bohío en muy malas condiciones, con dos cuartos pequeños, paredes de tabla de palma y techo de guano.
En noviembre de 2016 fue al Gobierno municipal, y la funcionaria de Atención a la Población le prometió un despacho con la Presidenta. Nunca se cumplió. En marzo de 2017 volvió, y le explicaron que ella era prioridad del Estado, pero había que visitarla para evaluar su caso y considerarlo para el próximo año. Nadie la visitó en 2017. En 2018 fue Planificación Física y midió un terreno. Le dijeron que allí se construiría su casa.
Ella volvió por el Gobierno en ese mismo 2018, y la enviaron para la Dirección Municipal de la Vivienda, donde la atendió el inversionista, quien le dijo que no la habían planificado, pero iban a ver que hacían con su caso. Volvió por el Gobierno, y la Presidenta le dijo lo mismo. Meses después retornó. Le indicaron que su caso lo habían planificado para 2019. A inicios de ese año, volvió y le informaron que por lo menos ya estaba planificada.
En julio de 2019 volvió al Gobierno, y la de Atención a la Población le dijo que la respuesta ya estaba. Pero nunca se la dieron. A los seis meses fue a su casa la Intendente con otra funcionaria del Gobierno y un técnico de la Vivienda. Le dijeron que debía tener paciencia y seguir esperando, que su casa tenía fecha de culminación para ese mismo año.
En octubre de 2020 Niurbis llamó a la funcionaria de Atención a la Población del Gobierno provincial y le explicó su situación. Esta le orientó fuera de nuevo al Gobierno municipal y viera al que atiende Inversiones. Lo hizo el 5 de noviembre. El inversionista le dijo que su vivienda se mantenía en el Plan Estatal de 2021. Y para que la ejecución fuera más rápida, se iba a buscar otra entidad constructora. Le agregó que le dijera a la del Gobierno provincial que ella sabía que no había materiales, que Niurbis tenía que esperar a ese año.
A inicios de 2021 ella fue a la Vivienda, y el Director la visitó el 31 de marzo. Vio las condiciones pésimas, y le dijo que buscara rápidamente una casa que reuniera las condiciones y estuviera en venta, pues había una nueva Resolución, por la cual, una persona natural puede vender una vivienda, y ellos como Estado adquirirla y asignársela a otra familia. Que aunque entonces no había financiamiento, eso empezaba a funcionar. Ella lo volvió a ver, y afirmó que era seguro a partir del segundo semestre del año. Que si ella encontraba la casa, le avisara.
Así lo hizo, pues la encontró. Y cuando fue a verlo, él le respondió que no había presupuesto todavía, que tenía que seguir esperando.
Ella volvió a la Vivienda cuando se enteró de que ya el presupuesto estaba. Y el Director le comunicó que ese presupuesto era para las madres que ya tenían subsidios, para aumentárselos. Y el inversionista le informó que ya lo habían usado en casos como el de Niurbis, pero ella se quedó fuera, y no tenían respuesta alguna que darle en ese momento. Que había que analizarlo en el Gobierno.
«Siempre es lo mismo, dice Niurbis, me pelotean y estoy en un Plan de Vivienda hace ya cinco años… El 7 de abril tuve un despacho con el inversionista del Gobierno, quien me dijo que hacía dos días le habían informado que el presupuesto estaba. Le indicó al director de la Vivienda hacerme el expediente, y este se lo indicó al jurídico».
Luego de tener todos los documentos de la Vivienda pasaron tres semanas. La propietaria de la casa recogió los documentos por temor a su extravío, pues cada vez que correspondía presentarlos en el CAM lo suspendían.
«Ahora me dicen que la provincia informó que todo está parado por falta de presupuesto. ¿Dónde está? Me han peloteado como han querido. Me he sentido maltratada, y soy una persona integral que trabaja para el futuro, pero necesita ayuda en el presente. Por mi situación jamás he recibido ayuda de nada ni de nadie. Ni el trabajador social me ha visitado alguna vez y la casa me está cayendo encima», concluye.