Acuse de recibo
Tras dos meses de odisea para obtener el medicamento que alivia su insuficiencia venosa crónica, la capitalina Isel M. García de la Loza (Cisneros Betancourt No. 1028, apto. 8, esquina a San Antonio, Los Pinos, Arroyo Naranjo), acudió a nuestra columna.
Suponía Isel que al ser el fármaco (Arvenum, Daflon o Diosmina) entregado por tarjetón, no debían existir irregularidades en su llegada a cada necesitado, pero en la práctica no sucedía así. Incluso las mismas dependientas de la farmacia del Instituto de Angiología, única entidad donde se expende el medicamento, les informaban a los pacientes que se apresuraran a comprarlo, pues se acaba con rapidez, narraba la lectora.
El asunto se complicaba aun más al saber que sujetos inescrupulosos vendían por fuera, al precio de 10 CUC, las valiosas píldoras.
Al respecto contesta el doctor Emilio Delgado Iznaga, director del Departamento de Servicios Farmacéuticos de la Dirección de Medicamentos y Tecnologías Médicas del Minsap.
Tras la investigación del caso —afirma el doctor Emilio— se comprobó que Isel María García adquirió el medicamento el día 27 de diciembre (60 tabletas), lo cual le posibilitaba una cobertura hasta el 27 de enero, y que no lo pudo obtener más hasta el 18 de febrero por dificultades en las cantidades distribuidas a la farmacia.
«Se constató que la licenciada que se desempeña como Directora Técnica de dicha entidad (la farmacia referida), no asistió al Comité Fármaco-Terapéutico, escenario en el cual se deben analizar la terapia y los niveles de abastecimiento de los productos (…); de igual forma se demostró que a la Especialista Comercial de la Unidad Empresarial de Base (UEB) del municipio del Cerro le faltó comunicación con el Instituto de Angiología y su Consejo de Dirección, al no notificar a los facultativos la planificación del producto de forma tal que se asegure una prescripción con respaldo del fármaco», refiere el ejecutivo.
Asimismo, apunta, se delimitó la responsabilidad de la Licenciada (no aclara su cargo) de la UEB del mismo territorio, quien dentro de sus funciones tiene la evaluación de la prescripción, el control de pacientes y del consumo del fármaco y la planificación productiva, así como la notificación a los superiores para la toma de decisiones. Se identificaron violaciones de estos procedimientos.
«Por las causas antes expresadas, se decide la aplicación a estas tres compañeras de amonestación ante el consejo de dirección de la Empresa, así como la pérdida de los incentivos por los resultados de trabajo por tres meses», sostiene el funcionario.
También se explica en la misiva el señalamiento crítico realizado por el Departamento Nacional de Farmacia, por inobservancia, al Director General de la Empresa de Medicamentos del Este de La Habana y a la Directora Comercial de la misma entidad.
«Por la falta de rigor y celeridad en la conclusión del caso, se aplicaron dos amonestaciones ante el colectivo de trabajadores a una funcionaria del departamento de servicios farmacéuticos y a la otra compañera del departamento de Farmacoepidemiología, ambas del Minsap», expresa el directivo.
Sobre la venta ilícita del medicamento, se aclaró con la promovente que en la mencionada farmacia jamás se ha escuchado insinuaciones de ese cariz. Y el sistema de control que tiene el Minsap al respecto ha permitido identificar y frustrar en otras ocasiones hechos de esta naturaleza, adoptando medidas muy severas con los implicados, manifiesta el galeno.
Para conocimiento general de la población, argumenta que el fármaco en cuestión (Diosmina) es importado, «se indica por certificado médico de especialidad y su nivel de distribución es hacia farmacias que responden a instituciones con servicios provinciales y nacionales de la especialidad, en este caso, Angiología».
El caso se calificó con razón en parte; se discutió la respuesta con la lectora y ella mostró conformidad al respecto, señala el doctor Emilio, cuya carta agradezco.