Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Fue casualmente el 28 de enero último, esa fecha del Maestro, cuando salió en esta columna la preocupación del papá espirituano Wilber Castro Felipe (Brigadier Reeve No. 253 Altos, entre Coronel Legón y Mayía Rodríguez), acerca de las peticiones de trabajos y requerimientos investigativos que debía enfrentar en la escuela su hijo de 5to. grado.

Ejemplificaba el papá con la elaboración y explicación de una casita de madera, que él pudo resolver gracias a tener amigos carpinteros, y con la entrega solicitada de una muñeca negra, luego de que los alumnos conocieran del texto homónimo de José Martí. Él, afirmaba, terminó pagando 50 CUP por una para que su hijo la llevara.

También se alarmaba el padre remitente ante tareas escolares como las referidas a investigar sobre el Código de Seguridad Vial y la Constitución de la República. Esos asuntos, a su juicio, tal vez no se correspondieran con el nivel de los pequeños. «Por suerte para mí y mi hijo, yo tengo una computadora y bastante información, pero ¿qué pasa con los padres que carezcan de estos recursos?», meditaba el yayabero.

A propósito responde Edilberto Cancio Lorenzo, director de Educación en Sancti Spíritus. Tras la investigación de rigor, aclara Edilberto que fue la mamá del pequeño quien le comentó a la Directora del centro escolar en cuestión que, a su criterio, los contenidos que se impartían en la asignatura Educación Cívica estaban fuertes para ser asimilados por los escolares de esa edad.

Ante esto, la máxima responsable de la escuela contestó que se trata de una asignatura que prepara al estudiante para el comportamiento cívico y ciudadano, y para actuar de acuerdo a la legalidad del país.

Se conversó con la docente Jefa de Ciclo en la primaria de referencia —apunta el Director provincial— y se constató que esta había instruido correctamente a la maestra de 5to. grado en cuanto a la metodología para la orientación y realización de los trabajos prácticos.

«Se revisaron los sistemas de clases de la maestra y se constató que la orientación de los trabajos prácticos integradores de los dos primeros períodos se realizó a principios de cada etapa, como está establecido. También se constató que el centro tiene la bibliografía básica para la realización de los trabajos: en la biblioteca de la escuela existen varios libros de texto de Educación Cívica de 5to. grado, la Constitución de la República (con 21 ejemplares en la biblioteca), el Código de vialidad y tránsito (con cuatro folletos en la biblioteca), el Cuaderno martiano (hay uno para cada estudiante) y el software educativo En la vía, perteneciente a la colección Multisaber, que se encuentra en las computadoras del centro», señala.

Asimismo, enfatiza el directivo, en la revisión de los documentos de los alumnos pudieron comprobarse evidencias de los trabajos prácticos integradores, elaborados de forma manuscrita, como se indicó. Y en las muñecas negras que confeccionaron los alumnos se apreció el trabajo individual, aunque con la colaboración de la familia.

«Los padres entrevistados en la institución —refiere— expresaron que en ningún momento tuvieron que comprar las muñecas, y con respecto a la casita de madera, fue una tarea orientada en la asignatura Educación Laboral, durante el tratamiento de la unidad La Madera... En esta ocasión se indicó buscar en el libro de texto o entrevistar a algún carpintero de la comunidad para investigar el orden operacional que se debía seguir para construir una casita de madera. La mayoría de los alumnos logró la actividad».

Finalmente el Director provincial, cuya respuesta agradezco, expresa que en la entrevista con los padres promoventes de la nota ellos «reconocen que se excedieron haciendo comentarios sobre aspectos que no ocurren en esta escuela. También valoran que la maestra ha demostrado preocupación y una correcta preparación».

En consonancia con lo que apuntábamos aquí al publicar el caso, el Director provincial reflexiona que se debe seguir avanzando en la comunicación con la familia para que «en su afán de apoyar a sus hijos en estos deberes, no sobrevaloren la información que les transmiten y se conviertan en encargos superiores, con la intención de que obtengan una mejor calificación».