Acuse de recibo
Veinticuatro meses esperando una prótesis auditiva. Bajo el peso de esa angustia nos escribió Gemma Rivero Dilella (Molino No. 237, entre Fuentes y Príncipe Alberto, Guanabacoa, La Habana) a nombre de su mamá, de 83 años.
La anciana, según refería aquí su hija el 1ro. de octubre de 2013, necesitaba un aparato de oído moderado para recuperar ese sentido. Mes tras mes Gemma se dirigía hasta el laboratorio donde debían entregarle el dispositivo a su mamá —ubicado en el Vedado, Plaza de la Revolución— o llamaba por teléfono al centro. La respuesta en dos años de espera era más o menos la misma: que los equipos no habían entrado, o que los estaban dando por listas de espera y aún no llegaba el turno de María de las Nieves, la veterana mamá.
La remitente se preguntaba entonces qué pasaba con estos aparatos en el país, cuál era la situación concreta de su elaboración o importación, así como los mecanismos de distribución creados al respecto.
A propósito escribe el Doctor Alberto Fernández Seco, jefe de Departamento de Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental del Ministerio de Salud Pública (Minsap). Informa Alberto que la comisión provincial creada para investigar y esclarecer el caso visitó a la promovente y el Centro Auditivo de La Habana. Esta entidad, continúa el directivo, tiene una demanda de 3 800 prótesis auditivas retroauriculares. Durante 2013 se recibieron del mercado chino 601 de tipo moderada —cobertura del cien por ciento de las listas de espera de 2012— y 430 de tipo potente, que cubrieron el cien por ciento de la demanda de 2012 y 2013.
«A partir de una estrategia conjunta con el Centro de Neurociencias de Cuba (Neuronic) para la producción de moldes y aparatos auditivos, se compraron 7 000 moldes para las provincias occidentales y mil aparatos auditivos intrauriculares para La Habana, Matanzas y Cienfuegos, los cuales se distribuyeron al cien por ciento, y han tenido una aceptación favorable de la población», apunta el galeno.
Y añade que se demandaron 1 185 000 baterías de diferentes modelos, y se contrataron y distribuyeron 943 040, lo que permitió abastecer el 79,5 por ciento de la demanda. Aunque resulta insuficiente, esta cifra ha posibilitado garantizar una mayor cobertura que el año anterior (exactamente 513 000 más).
«Para el país —argumenta el directivo— se demandaron 14 600 prótesis, y se contrataron, según el presupuesto, 10 000 aparatos, lo que permitió cubrir el 68,4 por ciento de la demanda... Se garantiza el cien por ciento de cobertura para los niños».
En cuanto a la solicitud específica de María de las Nieves, la comisión comprobó que efectivamente se encontraba registrada en la base de datos de la institución correspondiente, y que no había sido solucionado su problema por la poca disponibilidad del recurso. En estos momentos, tras las pruebas audiométricas, la evaluación audiológica y el molde, la paciente se encuentra usando su prótesis auditiva. Y se ha mostrado satisfecha con la respuesta, refiere el funcionario.
Agradezco la detallada respuesta al Doctor Alberto Fernández Seco y me alegra mucho que la anciana haya encontrado solución a su larga espera. No obstante, me hubiera gustado que junto a las imprescindibles cifras que nos remite el directivo del Minsap, se explicaran también, aunque fuera de manera general, los mecanismos de control que tiene creado el Ministerio, en todos sus niveles, para que las listas de espera de estos aparatos no sean vulneradas o alteradas.
En cuestiones de listas, pocos recursos y demandas que los superan, lo mejor es la total transparencia, con periódicos informes a la opinión pública. Eso hace que las demoras sepan menos amargas.