Acuse de recibo
El pasado 31 de mayo esta columna terciaba contra el estigma de la falta de integralidad en inversiones de algo tan serio y deficitario como lo es la vivienda. Y lo hacía a partir de la lamentable historia que nos remitiera Alberto Hernández Prieto, un trabajador de la Microbrigada Social en Pinar del Río.
Alberto relataba que, luego de construir un edificio biplanta de ocho apartamentos en el reparto hermanos Cruz de esa ciudad, tras años de trabajo, en diciembre de 2005, y en acto oficial, se les entregó el inmueble con su condición de habitable. Y las ocho casas aparecen en la lista de viviendas concluidas en esa provincia el pasado año.
Sin embargo, esos trabajadores aún no habían podido mudarse a sus bien ganadas casas después de años de esfuerzos, pues las mismas todavía no estaban conectadas a las redes de Acueducto ni del servicio eléctrico. Han agotado todo tipo de gestiones en cinco meses, sin resultado alguno. Era como un castigo al esfuerzo.
Al respecto, responde ahora Oscar Yumar Alfonso, director de la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda en Pinar del Río, quien reconoce que fue lamentable que se empañara lo que debió representar una ocasión para el estímulo de un grupo de microbrigadistas que, tras desplegar «un arduo y reconocido esfuerzo durante años…, no hayan contado con los mencionados vitales servicios».
Significa el funcionario que la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda en Pinar del Río cometió el error de acreditar el habitable de las viviendas, y como consecuencia de ello se realizó el trámite legal de entrega de los apartamentos a las familias sin que tuvieran las requeridas condiciones.
Destaca que la publicación del caso «tuvo un agudo y significativo impacto para el Sistema de la Vivienda en los niveles municipal, provincial y nacional». Y califica de inexplicable el suceso, pues «para todos los cuadros, funcionarios, técnicos y especialistas que asumen la construcción de viviendas… existe el principio de no dar por terminadas, reconocer su habitabilidad y extender propiedad de las viviendas, hasta que no dispongan de plenas garantías de todos los servicios de la infraestructura técnica de parte de los organismos implicados».
Así, informa que se realizó un análisis crítico en todas las estructuras implicadas (Vivienda, Empresa Eléctrica y Acueducto), «y derivado de ello, se han aplicado las medidas correspondientes de manera que fenómenos semejantes no se repitan».
Durante el presente mes, agrega, se informará sobre los análisis y medidas disciplinarias aplicadas en los respectivos consejos de dirección. Ya el servicio de agua ha sido establecido en el edificio, y en este mismo mes de julio se ejecutará el proyecto del servicio eléctrico, asegura Yumar, quien también precisa que las entidades implicadas se reunieron con los afectados, le ofrecieron excusas y toda la información requerida.