Acuse de recibo
La «añoranza por el ciclo» que motivó la carta de Radimir Galán Rodríguez, reflejada aquí el pasado 2 de mayo, ha tenido su estela de repercusiones; al punto de que en dos meses y diez días he recibido numerosas cartas con inquietudes similares desde distintos puntos del país.
Si bien Radimir inició la «carrera» porque se recupere la sana alternativa de la transportación en bicicleta, y toda la infraestructura de repuestos y facilidades para ello; atrás en el pelotón vienen otros lectores que abundan en un tema tan recurrente:
Rafael Ángel Amador Pérez, vecino de Giralt 14, en el popular barrio capitalino de Mantilla, confiesa que la bici es su medio de transporte hacia y desde su trabajo, y considera que ya el problema de las piezas de repuesto es agónico. Como si fuera poco, todo se ha agravado porque — según este experto en tales menesteres— ya la CTC dejó de atender esas necesidades en cuanto a gomas y cámaras.
Por su parte, Jorge Luis Sánchez Escalona, de Mantua 216, en el reparto capitalino de Víbora Park, se pregunta cómo es posible que Comercio Interior no sitúe gomas y cámaras en las tiendas para las bicicletas chinas y, sin embargo, «vendedores» particulares sí las tienen, a precios exorbitantes, desde 240 hasta 360 pesos.
Y el ingeniero José M. Domínguez Menéndez, investigador agregado de la filial Camagüey del Centro de Investigación y Desarrollo del Comercio Interior, considera que para un trabajador que rediseñó su vida y su tiempo en torno al ciclo, la solución no puede estar en adquirir esos componentes en las tiendas de recaudación de divisas, con precios prohibitivos.
Y entre los trabajadores está el caso de los carteros, a quienes se les asignaron bicicletas para cumplir su labor y, sin embargo, no cuentan con suministros, por lo cual deben hacer gastos exorbitantes por su cuenta para trabajar. De ello dan fe Luis Alfredo Jiménez, de Máximo Gómez 866, en Florida, Camaguey; y Pedro García Delgado, de Baracoa 18 en Arroyo Naranjo, en la capital.
El licenciado Ignacio E. Rodríguez, jefe de la Sección de Formulaciones del Departamento de Formulación y Envase del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, señala que hoy tener y mantener un ciclo es un lujo. Y alerta que se ha ido desarticulando la infraestructura en torno a ese medio de transporte: han ido eliminando las ciclovías y las señalizaciones relacionadas.
Y Pedro Jorge Torres, de calle 5 número 62, en Fray Benito, en Holguín, se cuestiona que, en medio de una cruzada por la racionalidad energética y el ahorro en el país, se esté desarticulando toda una sana cultura de la bicicleta, esa que en años de mayor estrechez parecía llegar para quedarse.
Ojalá Radimir y sus seguidores puedan cruzar la meta en esta carrera contrarreloj, por la resurrección de la bicicleta: salud, ahorro y respeto al medio ambiente.