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Rosales asume este nuevo curso con la idea de mejorar el buen trabajo del anterior. Autor: Tomada de EcuRed Publicado: 31/01/2022 | 04:11 pm
Eriberto Rosales conoce bien las principales falencias del equipo que dirige. Sus Avispas tienen en la actual temporada de la Serie Nacional un único propósito: volver a clasificar y, una vez allí, pelear por puestos cimeros. A su favor cuenta con el talento de una camada de peloteros jóvenes y la unidad lograda entre los peloteros y el cuerpo de dirección; en contra, como casi todos los elencos del evento, la inestabilidad de su pitcheo.
Pero el director de Santiago de Cuba afronta el reto con humildad y ratifica el deseo de complacer a sus seguidores, quienes de seguro llenarán el «Guillermón Moncada» este fin de semana, al menos mientras las restricciones por el coronavirus lo permitan. Sobre lo visto hasta ahora de uno de las grandes escuadras de Cuba y lo que viene a partir de ahora, Rosales conversó con JR.
«Abrimos con una subserie muy difícil contra Holguín, que es un equipo que nos juega bien y los últimos años nos ha ganado. Hicimos una estrategia con Carlos Font el primer día y Alberto Bicet el tercero, porque venía de un proceso de recuperación. Los muchachos han hecho un buen trabajo en lo que va de Serie, aunque hay cosas que tenemos que mejor, la defensa no ha estado a la altura que queremos y son factores que debemos ir superando dentro de la competencia», afirmó.
— Si le pregunto el propósito fundamental de Santiago este año, ¿qué diría?
— Que el pitcheo es la gran incógnita y de esa área dependen nuestras posibilidades de lograr la clasificación. Tenemos dos buenos lanzadores, Font y Bicet, que son los que más caminan y victorias obtienen, otros deben sumarse a estos para ayudar, mientras buscamos asegurar los juegos atrás con Luis Ángel Fonseca, el zurdo, y Yoendri Montero como intermedio y acomodador. Es imposible con dos o tres pítchers alcanzar los propósitos, por ello es importante el rendimiento que puedan ofrecer los demás. El objetivo inicial es la clasificación, lucharemos juego a juego por ello.
— La ofensiva es lo que menos le preocupa…
— Sí, aunque es un equipo que tuvo que cambiar la filosofía de juego al perder a Edilse Silva, que se marchó a Holguín. Ahora explotamos más la rapidez para conseguir carreras y así tenemos que hacer a lo largo de todo el calendario.
— ¿Cómo evalúa la Serie en sentido general, nota a algún equipo con más opciones que los demás?
— Se ve a Matanzas un conjunto sólido, sin fisuras. Las Tunas también, a pesar de haber comenzado mal, es un equipo consolidado y muy unido con una dirección que ha sabido mantenerse durante varios años con resultados. Además, está Granma, el vigente titular, una escuadra rápida, con buena defensa, que no en vano es la actual campeona.
— Con esta dirección de Santiago han tenido confianza las autoridades deportivas de la provincia, ¿cuán importante es?
— Mucho, porque cada director que asumía lo quitaban y prácticamente no se dejaba trabajar. Formar un equipo requiere de un proceso muy, muy largo para un manager, uno va aprendiendo cosas en el camino constantemente por situaciones que suceden. Pero también la confianza ha sido ganada, porque sin resultados probablemente me habrían quitado. Hemos hecho un trabajo con los entrenadores que han sabido ganarse la confianza de los jugadores, y hay una unión entre dirección y atletas que es fundamental.
Hemos cambiado cosas porque cometemos errores también a veces, pero tratamos de minimizar las deficiencias para garantizar la motivación. Intentamos darles chance a todos los peloteros y dentro de la escuadra contamos tanto con juventud como con experiencia y así estamos funcionando con muy buena química, que tendremos que mantener durante el campeonato. Conversamos con los muchachos que han cometido pifias y les hemos transmitido nuestro apoyo, que son cosas normales y entre todos debemos comprendernos y sacar la situación adelante, sin presiones.
— ¿Cuántas ganas tienen de volver a jugar en un «Guillermón Moncada» con aficionados?
— Muchísimas, es algo importante, el pueblo santiaguero apoya a su equipo. Es una afición exigente, acostumbrada a ganar, pero estos muchachos están haciendo un esfuerzo extraordinario desde la preparación para darle un resultado positivo a sus seguidores, para brindar espectáculo. La entrega es total en cada juego de pelota y en el Guillermón podrán disfrutar de ello. Los muchachos, por el trabajo realizado, merecen el respeto de la gente en las buenas y en las malas.
