CALI.— A esta ciudad en la que me encuentro se le puede ver desde muchos puntos, algunos de los más especiales: la Torre de Cali, la colina de San Antonio y el teleférico, que surca el cielo del barrio de Siloé. Cada uno tiene algo diferente que mostrar de la llamada «Sultana del Valle» y desde todos ellos, la vista se puede nublar de emoción.
Un par de ojos no son suficientes cuando pretendes abarcar tanta belleza.
Emplazada en lo más alto de la loma que lleva su nombre, la Capilla de San Antonio es un tesoro muy bien conservado de la época colonial. Su estilo barroco la acompaña desde que fuera fundada en los años 40 del siglo XVIII.
La colina te muestra a Cali en todo su esplendor. Lo mismo puedes visualizar el centro de la urbe que los altos techos de las perfectamente cuidadas casas del barrio, tan añejas como la iglesia que las identifica. Leyendas, arte y amor confluyen en las alturas, con la venia de San Antonio.
La Torre de Cali, por su parte, es un rascacielos de 45 pisos, el más alto de la metrópolis. Construido en 1984, presume de una altura de 183 metros. Aun cuando alberga en su interior oficinas de diversos bancos y corporaciones financieras, además de un hotel de cinco estrellas, el atractivo de este gigante arquitectónico radica en el piso 40, en su terraza.
Un acogedor rincón donde, al tiempo que pasas un rato agradable, te puedes enternecer observando la urbe, algo que les aseguro, será toda una aventura visual.
Y dejo para el final el Sistema de Transporte Aerosuspendido o teleférico MIO Cable, para los lugareños. Un proyecto de integración social desarrollado en la Comuna 20 de Siloé para solucionar los problemas de accesibilidad al servicio de transporte público que por años golpearon a esta parte del territorio.
Se trata de un medio de desplazamiento que cuenta con 90 cabinas suspendidas que te desplazan unos 2.08 kilómetros, en aproximadamente 14 minutos. Los usuarios tendrán acceso a unas cuatro estaciones engalanadas con temáticas diferentes.
De la música, la naturaleza y los mitos y leyendas que circundan a Cali, podrá conocer en el paseo; pero lo mejor, siempre y cuando no le tema a las alturas, es mirar hacia abajo.