Jorge Coll —al centro, en la derecha— mostró gran satisfacción con el desempeño de sus pupilas en 2019. Autor: Facebook Publicado: 12/02/2020 | 10:00 pm
Si los cintillos noticiosos en los últimos años han acompañado el desempeño de selecciones masculinas cubanas de balonmano, en 2019 es justo reconocer que el elenco femenino adquirió una parte del protagonismo que de él se esperaba, principalmente al igualar el mejor resultado de por vida en campeonatos mundiales y lograr una medalla de bronce de notable valor en los Juegos Panamericanos de Lima.
En un día de poco sol y ligera frialdad, Juventud Rebelde conversó en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (ESFAAR) Cerro Pelado con uno de los contribuyentes fundamentales al logro de esos desempeños, el profesor Jorge Coll Arencibia, entrenador principal del equipo femenino.
El estratega aseguró que el año anterior fue favorable en cuanto a resultados y se logró elevar el nivel técnico, algo pendiente. El conjunto que estuvo en los Juegos Panamericanos de Lima fue el mismo que acudió al Campeonato Mundial en Japón, dijo, pero en suelo asiático se alcanzó una notable mejoría en varios aspectos. La actuación en la justa del orbe la evalúo de buena, añadió, porque asistimos con un grupo muy joven, que se enfrentó por primera vez a un balonmano de gran calidad.
«Realmente era muy difícil optar por un triunfo en el grupo nuestro, compuesto por Países Bajos, actual campeón, y selecciones como las de Noruega y Serbia, medallistas a ese nivel. Las atletas enfrentaron con mucha disposición ese torneo, el cual, debido a su exigencia, dejó varias huellas positivas en el equipo. El último choque frente a Kazajistán se nos complicó debido a que no teníamos mucha información sobre sus atletas, estuvimos casi siempre delante por estrecho margen, pero al final logramos el triunfo y el objetivo de superar el resultado de la última participación.
«En los Panamericanos de Lima no nos pasó lo que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde fuimos osados al dar un pronóstico de título y no se pudo obtener, entre otras cosas por la presión sobre algunas jugadoras noveles. Antes de Lima estuvimos en un torneo NorCa y enfrentamos a varios equipos que luego estarían en el evento continental, los vencimos y eso elevó un poco la autoestima. Sin embargo, decidimos como estrategia declarar a la prensa un pronóstico conservador de quinto o sexto puesto y parece que resultó efectivo, pues terminamos con un bronce histórico», aseguró el preparador de 51 años.
—Este año el roce internacional se complica bastante para el balonmano cubano debido a los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón.
—El Presidente de la Federación Cubana de balonmano salió recientemente hacia República Dominicana, donde hubo una reunión que definió la ruta crítica para los conjuntos del área, por lo que estamos a la espera, aunque se habla de la existencia de un torneo internacional sub-23. Al ser un año de juegos olímpicos, una cantidad significativa de los recursos son destinados a los deportes que están en proceso de clasificación.
«Considero que la prioridad para el balonmano cubano en 2020 es la participación del elenco masculino en el NorCa, torneo que ofrece plaza para el campeonato mundial. De momento estamos enfatizando en aspectos tácticos ensayados y aprendidos durante el Mundial, para aplicarlos en la próxima competición fuera de Cuba.
«Actualmente todas las jugadoras tienen mucho balonmano en sus cabezas, se han pasado los últimos días analizando partidos del Mundial, que es lo más reciente. Ya están pensando diferente a su manera de jugar antes del certamen en Japón y eso es muy meritorio. El roce internacional es importante para aplicar lo aprendido, topando entre nosotros es más difícil».
—La inserción en el conjunto antillano de jugadoras contratadas en ligas profesionales de España, Francia e Italia fue una nota favorable en las competiciones más recientes.
—La inserción de ellas fue un punto a nuestro favor en las competiciones internacionales de 2019. Son atletas que juegan mucho a un buen nivel. Contamos con cuatro que se desempeñan en España y ese país es el subtitular mundial. Eso es muy provechoso para la dinámica del equipo y para las jugadoras menos experimentadas. Al último evento internacional viajamos con seis atletas contratadas, pero actualmente hay dos que no están en el equipo por tener otras prioridades en sus vidas: Lisandra Lussón (34 años) y Gleinys Reyes (30 años), veteranas con la selección nacional.
«A pesar de que el proceso de contratación resulta tedioso, se están manejando posibilidades de fichaje para la santiaguera Niurkis Mora y la pinareña Arisleidys Márquez. Hay algunos clubes interesados en sus servicios. Existen atletas jóvenes listas para asumir la responsabilidad de sustituir a Lisandra y a Reyes».
—Los propósitos se han cumplido paulatinamente, pero no han sido pocas las complejidades en el proceso...
—Hemos enfrentado no pocas dificultades con el calzado y el vestuario; por suerte la marca Puma apareció en un momento oportuno y eso nos ha estimulado, pues incluye premios como boletos de ida y vuelta a eventos en el exterior, por solo poner un ejemplo.
«Por otro lado, es más que crítico el estado en que se encuentra el tabloncillo: con huecos y tablas rajadas. Los días en que no hay sol no se ve nada, al no existir iluminación artificial. Sin embargo, salió en el presupuesto de este año su arreglo y contamos con un taraflex nuevo donado por la federación internacional del deporte».
La pinareña Arisleidys Márquez —izquierda— podría contratarse con un club profesional. Foto: Federación Internacional de Balonmano.