La recreación del modelo RX-78-2 dará un look diferente a los Juegos Olímpicos. Foto: AP Autor: AP Publicado: 11/02/2020 | 09:15 pm
En Japón hay figuras de la cultura popular que están al nivel de los mismísimos dioses. Obviando al Emperador, que es llamado —literalmente— «soberano celestial», personajes como los grandes daimios feudales Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi o Tokugawa Ieyasu, la escritora Murasaki Shikibu o la cantante Hibari Misora tienen un gran significado para la gente de ese país asiático.
También es muy conocido el arte del manga y el anime, o historieta al estilo japonés, manifestación gracias a la cual han trascendido seres que hoy son casi igual de relevantes que cualquier persona real.
Uno de ellos es Gundam, un robot que se dio a conocer hace cuatro décadas con la serie Mobile Suit…, y que desde entonces ha llegando a convertirse en una suerte de deidad del panteón olímpico del animado junto a otros míticos «muñes» como Pikachu, Doraemon, Goku, Astroboy o Monkey D. Luffy.
En medio de la enorme euforia que se vive actualmente en la Tierra del Sol naciente, a causa de la próxima celebración de los Juegos Olímpicos, los nipones han decidido hacerle un homenaje al popular mecha, y así de paso maravillar a los visitantes que puedan llegar a Tokio a partir del 24 de julio.
La masiva estructura, una réplica del modelo de la serie original, el RX-78-2, tiene más de 20 metros de altura, pesa 25 toneladas, tiene una cabina que se abre e incluso tendrá la capacidad de moverse, motivo por el cual será una de las grandes sensaciones de la cita estival que tendrá como fecha tope el 9 de agosto.
La creación de este coloso forma parte del Gundam Global Challenge, concurso que ha retado a varios ingenieros y diseñadores a «armar» un ser mecánico de tamaño real que logre parecerse lo más posible a este legendario «sobrino» de Voltus V y Mazinger Z.
Según declaró el jefe de diseño del proyecto, Jun Narita, la construcción de este Gundam talla XXL fue un desafío de iguales proporciones, sobre todo porque hacer que algo tan pesado cobrara vida sin caerse a pedazos, no es cosa fácil.