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La estrella de Milwaukee Bucks, el interior griego Giannis Antetokounmpo, es una de las estrellas del Mundial. Autor: FIBA Publicado: 03/09/2019 | 08:37 pm
Aunque es uno de los deportes de mayor práctica popular en Cuba, nuestro país solamente ha estado en cuatro ediciones del Campeonato Mundial de baloncesto para hombres, desde que debutó en la justa celebrada en 1970 en Yugoslavia. Después de esa competición, 24 años después, sucedió la última participación de un equipo masculino antillano en citas universales. En Canadá las huestes de Miguelito Calderón concluyeron bien alejadas de los puestos de honor y ese precisamente es el recuerdo más cercano de la Isla en una justa de tan alto nivel.
Luego de la experiencia de Toronto, donde perdimos a dos de nuestros principales hombres altos —Augusto Duquesne y Richard Matienzo, quienes abandonaron el concentrado—, disímiles conjuntos cubanos se han involucrado en travesías fallidas con el afán de retornar al concierto mundialista. En la más reciente no pudieron triunfar en ninguna de sus seis presentaciones en el Clasificatorio de FIBA Américas con vistas a la Copa Mundial de China.
No obstante, aunque desde el 1ro. de julio de 2018 se agotó la más remota posibilidad de que nuestro conjunto pudiera mantener la ilusión de un Mundial, desde el 31 de agosto pasado en varias ciudades chinas acontece la edición 18 de la cita del orbe varonil, uno de los eventos a nivel de selección más seguidos del planeta y que en Cuba también cuenta con no pocos seguidores.
Por primera vez en sus 69 años de historia este torneo reúne a 32 países de los cinco continentes y como gran novedad aparece que China se estrena como anfitriona, después de que Filipinas (1978) y Japón (2006) sirvieran de sede como representantes de Asia. En cuanto a las naciones que intervienen por primera vez, en la presente edición hay dos y son los casos de República Checa y Montenegro, que posee la peculiaridad de ser el país, entre los 32 presentes, de menos habitantes —poco más de 600 000.
Sobre la posibilidad de que China pueda aprovechar su condición de anfitriona para conquistar su primer título de la historia, les digo que es algo extremadamente complejo de ocurrir, si se tiene en cuenta el abanico de conjuntos con serias pretensiones de optar por el cetro. De hecho, apenas tres países han conseguido ser campeones sirviendo de locales: Argentina, en 1950; Brasil, en 1963 y Yugoslavia, en 1970, por lo que hace casi medio siglo que ese mérito no se repite.
Ya que hablamos de titulares, la nombrada Copa Mundial ha tenido en sus ediciones previas a 16 selecciones que han logrado al menos un tercer puesto, pero solamente seis presumen en su aval haber escalado al centro del podio: Estados Unidos, las desaparecidas Yugoslavia y Unión Soviética; Brasil, Argentina y España. Los norteamericanos y yugoslavos son los máximos vencedores, merced a cinco diademas per cápita, pero los estadounidenses los aventajan con dos bronces más —cuatro por dos, debido a que tienen igual número de subtítulos: tres.
En los últimos cinco lustros se han celebrado seis campeonatos y las coronas han sido repartidas en tres planteles: Estados Unidos (1994, 2010 y 2014), Yugoslavia (1998 y 2002) y España (2006).
No obstante a estar bien concentrados los cetros en las últimas versiones, en la presente justa los conjuntos con más credenciales para terminar en la cúspide son el estadounidense (a pesar de bajas muy importantes, pero con Kemba Walker como referente); Serbia (subcampeona olímpica hace tres años y respaldada con varias figuras de peso de la NBA) y España (sin Pau Gasol, pero sí con su hermano Marc y un inspiradísimo Ricky Rubio, entre otros).
También ostentan calidad para concluir con el trofeo principal Grecia (colgada de una estrella nata como Giannis Antetokounmpo, jugador más valioso de la pasada temporada de la NBA); Francia (fundamentalmente impulsada por Rudy Gobert, Evan Fournier y Amath Mbaye) y Australia, cuyos efectivos bien pudieran creerse que este es el chance más cercano que han tenido de ser titulares de todas sus participaciones.
De momento, de esas seis selecciones la única que perdió el invicto en dos salidas fue la helénica, tras ceder frente a Brasil, por lo que posee balance de un triunfo y una derrota.
Dentro de poco concluirá la fase de grupos del certamen y lo que viene después promete muchísimas emociones, sobre todo si se cumple que los principales pretendientes a la corona logren avanzar, algo que parece posible.
