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Perder molesta. Es incómodo ser el que no sonríe al final, cuando las dos filas de jugadores se saludan bajo la net. Pero el sentimiento de hastío es peor cuando la derrota es hija de la conjunción del buen trabajo del ganador con «regalos» puntuales del vencido.
Tal es el caso del equipo de voleibol masculino cubano, que cedió este viernes frente a Finlandia 3-1 (25-19, 25-19, 20-25 y 25-16) en la tercera fecha del torneo del orbe, segunda presentación para ambos elencos.
Nuevamente los centrocaribeños fueron víctimas de un trabajo errático frente a la net que le concedió a los contrarios 28 puntos, la misma cantidad que regalaron en el partido ante Polonia.
En el ataque los nuestros se vieron solo cuatro unidades por debajo de los finlandeses (47-43) y los superaron en bloqueos (9-8); aunque en el servicio los del noreste del Viejo Continente sacaron 11 tantos por seis de Cuba.
Por paradojas del deporte, fue un cubano, el opuesto Miguel David Gutiérrez, quien mejor lució entre los principales atacantes del partido con 14 aciertos sobre el mondoflex, cuando quienes más destacaron por Finlandia, Urpo Sivula y Sakari Antti Mäkinen, solo lograron diez rayas.
