Más de tres décadas han transcurrido desde que el ajedrecista holguinero Walter Arencibia tributó a Cuba su primera corona en campeonatos mundiales juveniles de la disciplina, cuando logró 9.5 unidades de 13 posibles en la edición de Gausdal, Noruega en 1986. Casi tres lustros después llegó la segunda y última diadema para la Isla en la historia de esas justas, de la mano del tunero Lázaro Bruzón, artífice de diez unidades en la versión de Ereván, Armenia, en 2000, mientras que nunca una jugadora antillana ha podido ser reina a ese nivel.
El pasado año los trebejistas de la Isla Jorge Marcos Gómez, Abel Fabián López y Karla July Fernández, intervinieron en la justa del orbe juvenil de Tarvisio, Italia, sin incluirse en los puestos de vanguardia; sin embargo, el anhelo de la afición cubana por volver a tener un titular universal en esta categoría seguirá en espera, toda vez que hoy comienza en el distrito turco de Gebze el certamen mundial juvenil en uno y otro sexo sin la presencia de ajedrecistas antillanos.
Hasta el venidero 15 de septiembre 268 jugadores noveles de uno y otro sexo moverán las piezas en esa nación europea, que sirve de anfitriona por tercera ocasión de esta lid, tras acogerla en 2005 y 2013. Un total de 168 atletas, provenientes de 61 países, animarán el torneo Open y el líder precompetencia es el Gran Maestro iraní Parham Maghsoodloo (2649), quien se proclamó titular de su nación en 2017 y hace par de años representó a Irán en la Olimpiada Mundial de Bakú.
Mientras que en el concurso femenino estarán cien jugadoras de 45 naciones, con gran destaque para la sede con 19 exponentes, la única que presentó más de diez atletas. La ajedrecista que encabeza la clasificación inicial es la griega Stavroula Tsolakidou (2393), dueña de tres cetros mundiales en categorías inferiores y número uno de su país.
El actual titular del orbe juvenil entre los hombres es el noruego Aryan Tari (2618), mientras que entre las féminas ostenta ese lauro la kasaja Zhansaya Abdumalik (2482).