El estadio de Sochi es uno de los más llamativos de la Copa Autor: FIFA Publicado: 07/05/2018 | 06:29 pm
Cuando un extranjero aprecia imágenes de Rusia, la primera sensación que tiene muchas veces es de pequeñez. Su enorme tamaño como país, no solo en materia de extensión territorial, sino en el sentido de la arquitectura y los monumentos, haría que cualquiera creyera que están hechos así para impresionar de forma única a quien los admire.
Luego de acercarnos a algunas de las sedes que recibirán en sus calles y estadios el espíritu futbolístico de la Copa del Mundo, toca seguir recorrido, para apreciar un poco de los grandes atractivos que verán quienes tengan la posibilidad de estar presentes allá desde el 14 de junio próximo.
Partiremos desde Nizhni Novgorod, nuestra última parada, directo hacia el extremo surdoeste del país. Iremos a Sochi, situada muy cerca de la vecina nación de Georgia, entre las montañas nevadas del Cáucaso y el Mar Negro.
La urbe, situada en el krai de Krasnodar, es uno de los centros turísticos más importantes de Europa. Sus playas y lagunas de minerales son algunos de los principales sitios de interés.
Allí podremos hallar el estadio Fisht, nombrado así en honor al pico más occidental del Cáucaso. La idea de su construcción estuvo basada en una concha marina, a modo de tributo hacia el magnífico arte creado por el orfebre Peter Carl Fabergé. Cuando se modifica su formación olímpica, dentro de él pueden situarse hasta 48 000 personas.
Sochi tiene un enorme vínculo con el deporte, pues además de ser en 2014 la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno, en su escuela de tenis se han formado grandes atletas como María Sharápova y su tío Yevgueni Káfelnikov, ambos gandores de varios Grand Slam.
De regreso, iremos al norte hasta Rostov del Don, capital del Distrito Federal del Sur, la cual está marcada por el paso del cuarto río más largo del país: el Don. Por su cercanía con la desembocadura del mar de Azov, esta ciudad es un centro de gran relevancia económica. Entre sus principales fuentes de ingresos se encuentra su astillero, así como las industrias química, de maquinarias agrícolas y de materiales de construcción.
Su «catedral» futbolera es el Rostov Arena, en donde se efectuarán hasta cinco partidos mundialistas, cuenta con una capacidad aproximada de 43 700 asientos. Actualmente es la sede del club FC Rostov, que en tiempos recientes ha llegado a jugar la Liga de Campeones de la UEFA.
Un poco más al este está Volgogrado, urbe que se hizo famosa durante la Segunda Guerra Mundial, debido a que ahí tuvo lugar una de las batallas más grandes de ese conflicto (Stalingrado), en la cual los soldados soviéticos resistieron —y derrotaron— a las fuerzas nazis tras casi un año entero de asedio.
Volgogrado es la tierra natal de varias campeonas olímpicas y mundiales del atletismo, como es el caso de la pertiguista Yelena Isinbáyeva, la saltadora de longitud Tatiana Lébedeva y Yelena Slesarenko, especialista en la modalidad de altura.
Su estadio, el Volgogrado Arena, fue construido para sustituir al antiguo Tsentralnyi, y será sede de cuatro choques de la Copa. Recién finalizado en abril de este año, su capacidad es de 45 500 lunetas.
En el tramo final de este capítulo viajaremos hasta orillas del Volga, el río más grande y caudaloso de toda Rusia, para visitar Samara.
La urbe ha concentrado históricamente grandes industrias. Entre ellas se halla la fábrica de autos Lada y la petrolera Rosneft.
Además de albergar seis encuentros de la cita, la cancha de Samara será la nueva casa del conjunto Krylia Sovetov. Tras su inauguración hace poco menos de un mes, cuenta con 63 000 capacidades.