Una cara linda también gana adeptos. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:37 pm
Lo digo y lo repito, y no es «matraca» mía. Iba a buscarme otros protagonistas para la decimosexta jornada del XV Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos, pero estas niñas no quieren salir de los titulares. Otra vez las estadounidenses Missy Franklin (18 años) y Katie Ledecky (16), junto a la lituana Ruta Meilutyte (16) sacaron la maruga y alborotaron a los mayores. Dos coronas y un par de cotas universales deberían bastar para que les otorguen ya el carné de adultas.
Confieso que mi favorita es Missy —me enamoré de ella bajo los cinco aros del Big Ben, donde brilló con cuatro aureolas y un bronce—, pero la lógica indica que comience mi relato con Ledecky. Todo empezó hace diez años en el mismo Palau Sant Jordi que justo ahora revuelve a Barcelona. La alemana Hannah Stockbauer firmaba una proeza rompe corazones al proclamarse reina universal en los 400, 800 y 1 500 libres. Este sábado la beba norteña reescribió esa página. Se colgó su tercer oro consecutivo tras dominar 16 piscinas, y para colmo acuñó su segunda plusmarca (antes había desbaratado los números en la más larga de las tres distancias).
Paró los relojes en 8.13,86 minutos y desbancó a la mítica inglesa Rebecca Adlington, dueña del tope anterior (8.4,10) desde 2008. Detrás entraron Lotte Friis (Dinamarca-8.16,32) y Lauren Boyle (Nueva Zelanda-8.18,58), quienes han dibujado un podio igualito al de los de la prueba de 1500 metros, filme inédito en las páginas de estas citas.
En tanto, Meilutyte contribuyó a la gesta y calcó su «perreta» de los 100 metros estilo pecho. Nadó 50 metros y cayó otra marca del orbe (29,48). La final del domingo la sitúa como indiscutible favorita.
Y le llega el turno a Franklin, quien muy «modestamente» negoció su quinto oro (tercero individual) en aguas catalanas. Los 200 metros espalda tuvieron a la heredera del «Tiburón» Phelps como estrella del día: (2.04, minutos) y ¡pum! Como dato curioso les cuento que esta nena calza un 47 —tal vez aquí esté el secreto para semejante propulsión a chorro—.
Por si fuera poco, la norteamericana igualó a su paisana Tracy Caulkins y a la australiana Libby Trickett, las dos mujeres con más metales individuales.
Las emociones continuaron con un Chad Le Clos que cumplió la tarea. Es una elucubración mía, pero si se hubiera propuesto acabar con el dominio estadounidense en el estilo mariposa no lo hubiese conseguido. El sudafricano funge como el monarca absoluto de la especialidad y este sábado triunfó en el hectómetro (51,06 —a cien años luz del 49,82 que Michael Phelps estableció en Roma 2009). A su currículo en España se suma la presea dorada de los 200 metros.
Por Latinoamérica descolló el titán César Cielo, as en los 50 metros libres, merced a un tiempo de 21,32 segundos. El brasileño se convirtió en el primer mortal en conquistar el cetro de esa prueba durante tres Mundiales consecutivos (Roma 2009-Shangai 2011 y ahora en Barcelona).
Faltando solo horas para el epílogo de la lid acuática, pasó lo que tenía que pasar. Estados Unidos esperó hasta el final y desbancó a China de la punta del medallero —habían amasado ¡nueve! títulos en clavados antes que los norteños siquiera olfatearan alguna pepita—. Ahora los de este lado del Atlántico dominan con 14 coronas, ocho medallas de plata y siete de bronce, mientras que los asiáticos le siguen el paso (13-8-4).