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José Dariel igualó con Despaigne en el apartado de jonrones. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm

Poco después de que se anunciara la novedosa estructura de la presente Serie Nacional, escuché a alguien calificar el torneo como una carrera de velocidad por la brevedad de su primera fase, en contraste con el recorrido de largo aliento que marcó su anterior diseño.

La vida le dio la razón. Y a menos de diez juegos del «estambre», algunos equipos siguen luchando por imprimirle la mayor velocidad posible a sus maquinarias, para entrar en el grupo de sobrevivientes.

La clasificación de Sancti Spíritus, Cienfuegos, Matanzas, e incluso de Isla de la Juventud, es solo cuestión de poquísimos días. Industriales y Ciego de Ávila, finalistas hace un año, también tienen buenas posibilidades de avanzar, pero detrás de ellos marcha un pelotón compacto, en el que sus miembros luchan a brazo partido por no despedirse del sueño el próximo día 31.

Ayer hablamos del extraordinario final que vienen teniendo los Leñadores tuneros, quienes este martes consiguieron su quinto triunfo consecutivo, este por la mínima diferencia en el patio de los Alazanes granmenses.

Los anfitriones dieron ventaja al zurdo Leandro Martínez con el solitario cuadrangular de Carlos Benítez frente al vencedor Yudiel Rodríguez, pero en el cuarto capítulo se les «viró la tortilla». Con hombres en tercera y segunda, el alto mando local prefirió transferir a Danel Castro para lanzarle a Pedroso con las bases llenas, y el fornido inicialista remolcó con su único imparable las dos carreras que a la postre definieron el duelo. El diestro Carlos J. Viera se encargó de preservar la ventaja, para apuntarse su décimo salvamento en la campaña.

Ese resultado permitió a los vencedores despegarse algo de otros aspirantes al último vagón del tren de los clasificados. Uno de ellos es el elenco de Pinar de Río, que encajó en costosísimo revés en sus predios ante los Elefantes cienfuegueros.

Los dirigidos por Iday Abreu tomaron desquite con una sofocante ofensiva de 13 imparables, incluido el noveno vuelacercas de José Dariel Abreu. Fatídica para los vueltabajeros fue la séptima entrada, en la que permitieron siete anotaciones y cometieron uno de sus tres errores en el juego.

Otro con mínima posibilidad matemática de hacer el grado es el equipo de Holguín, que abrió un nuevo boquete en el casco de una nave camagüeyana que no logra levantar boga. Para mayores males, ha perdido algo de potencia su bujía inspiradora, el jardinero Dairon Varona. Desde el pasado miércoles hasta la fecha el jovencito ha bateado de 15-3, y aunque se mantiene al frente de los bateadores, ahora lo hace por debajo de .400.

En otro resultado vespertino, Santiago de Cuba aprovechó su condición de anfitrión para hundir más en el sótano a los Cazadores artemiseños.

Después de los juegos de hoy solo quedarán dos subseries por disputar. Y desde ahora voy reservando posiciones en torno a la meta para ver mejor el final, pero todo parece indicar que será necesario el fotofinish.