Tal y como esperábamos, a la lista de nuestros candidatos ilustres en la historia de los Juegos Olímpicos y a aquellos que propusimos como principales estrellas de la venidera cita londinense, se van uniendo otros estelares gracias a la colaboración y participación de los lectores.
Así, nos asaltaron los nombres de la rusa Irena Szewiska, el finlandés Pavo Nurmi y el checo Emil Zátopek (atletismo), la piragüista alemana Birgit Fischer, la gimnasta ucraniana Larisa Latynina, la judoca japonesa Ryoko Tani, y las voleibolistas cubanas Ana Ibis Fernández, Idalmis Gato, Lily Izquierdo, Marlenis Costa, Mireya Luis, Regla Torres, Regla Bell y Raisa O’Farril.
Evidentemente, son muchas estrellas y tenemos poco espacio y tiempo para reparar en cada una. No obstante, trataremos de condensar esta serie y complacerlos a todos.
Phelps va por más
Hoy nos echaremos al agua junto a una figura ya legendaria a pesar de su juventud. Michael Phelps, el Tiburón de Baltimore, es el atleta que más títulos ha obtenido en los anales de las gestas olímpicas.
Con solo 27 años atesora en sus vitrinas 14 medallas doradas y dos bronceadas bajo los cinco aros. Hasta el 2 de agosto de 2009, el muchachón de Maryland había batido 37 récords mundiales, ostentando además la plusmarca de mayor número de títulos en una misma cita estival (ocho medallas de oro en Beijing 2008), por encima de su compatriota Mark Spitz, quien ganó siete metales áureos en Múnich 1972.
De esta manera, Phelps igualó dos veces la proeza de conseguir ocho medallas de cualquier tipo en unos juegos olímpicos, emulando al gimnasta soviético Alexander Dityatin, en Moscú 1980.
El Tiburón solo es superado en cantidad de medallas por la gimnasta soviética Larisa Latynina, propietaria de 18 metales en su carrera (nueve de oro), pero quizá Londres lo vea convertirse en el máximo acumulador.
Nada, el toque de queda ya sonó en todas las piscinas del orbe, pues un depredador anda al acecho, y al parecer, va por más. El Tiburón no se conforma con lo que tiene. La justa británica lo tendrá mordiendo en siete pruebas y solo un hombre parece hacerle resistencia: su paisano Ryan «el Cocodrilo» Lochte. ¿Podrá el reptil con la figura de Baltimore?