Los pinareños llegaron a la final contra viento y marea. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:08 pm
CIEGO DE ÁVILA.— Después de mucho esperar, desde hoy los avileños por fin verán una final beisbolera en esta ciudad. Anoche el equipo de Roger Machado entrenó en el estadio José Ramón Cepero, donde se ha trabajado arduamente para que no falle ningún detalle.
Lástima que la «cueva» de los tigres no tenga una amplia capacidad, pues mucha gente no podrá entrar esta noche. Veremos si se coloca alguna pantalla en las afueras del estadio, como hemos visto en otros escenarios.
Aquí todos esperan un duelo inicial entre Yosvani Torres y Vladimir García, dos lanzadores con características totalmente opuestas. Al menos, el mentor pinareño Alfonso Urquiola asintió con la cabeza cuando le preguntamos s i el derecho de las Minas de Matahambre se subiría a la lomita.
Torres tiene tres victorias sin derrotas de por vida frente a Ciego de Ávila, según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta. Sin embargo, en este equipo pinareño hay otro lanzador que ha derrotado cinco veces a los tigres, con un solo fracaso a cuestas. Se trata de Omar Licourt, aunque todos sus triunfos fueron con el uniforme de La Isla.
Mientras, Vladimir García acumula dos éxitos y un revés contra Pinar. Pero Roger Machado guarda otra carta bajo la manga, pues el zurdo Maikel Folch tiene balance de 6-3 frente a los vueltabajeros.
Este viernes, Urquiola supervisó atentamente el entrenamiento de sus pupilos y confirmó que solo Osniel Madera sigue ligeramente lastimado en su mano derecha. No obstante, el muchacho participó en las prácticas del infield.
Mientras, Yosvani Peraza le conectó algunos batazos largos a Pedro Luis Lazo en la sesión de entrenamiento. El gigante acompaña al equipo pinareño y de paso se encarga de aportar su experiencia y «provocar» a los aficionados locales.
Por cierto, mucha gente nos ha preguntado aquí cuál es nuestro favorito. Sin duda sería Ciego si analizamos fríamente los números y la plantilla de ambos conjuntos. Pero esto es una final y también cuentan otros factores.
Pinar no tiene nada que perder y se ve muy suelto sobre el terreno. Ya dejaron en la cuneta a Sancti Spíritus y Cienfuegos, dos equipos tan poderosos como Ciego de Ávila.
Urquiola tiene un equipo lento, con lagunas en los jardines y una alineación muy dispareja, pero así llegó a la final y ahora se torna peligroso. Entonces me inclino por Pinar y voy contra la lógica.
Quizá usted cierre el periódico ahora mismo, pero la serie es pareja y casi hay que ponerse a adivinar. A fin de cuentas, desde hace rato este campeonato se volvió loco.