El cienfueguero José Dariel Abreu acaricia en estos momentos la llamada triple corona de bateo. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
Cienfuegos, líder de la zona Occidental, recibe hoy a Ciego de Ávila, puntero del Oriente, en una serie que relega a segundo plano el clásico del béisbol cubano: Industriales vs Santiago de Cuba.
Tras completar el jueves una barrida de leyenda ante el subcampeón Villa Clara, los Elefantes cienfuegos reafirmaron su condición de equipo revelación de la liga y el más ganador (32-13), justo cuando el calendario regular de 90 juegos cumplió su primera mitad.
Aunque vienen de caer 2-1 como visitador ante Sancti Spíritus, los Tigres avileños (29-16) constituyen la referencia de la División del Este, cuya punta tomaron desde la misma arrancada del campeonato, a fines de noviembre.
En Cienfuegos el béisbol está celebrando una fiesta largamente esperada por la afición, entusiasmada por el rendimiento de un equipo que cuenta por media docena las barridas, incluyendo a Industriales y Villa Clara, titular y vice de la pasada edición.
Y si en términos de colectivo la novena enamora, en lo individual el primera base José Dariel Abreu encandila a propios y extraños con su despiadada producción ofensiva que le hace dueño absoluto del cajón de bateo nacional.
Con la triple corona en su poder desde hace más de una semana, Pito amaneció este viernes con average de 467, 23 jonrones y 58 impulsadas, además de encabezar el slugging, los boletos intencionales y los pelotazos recibidos.
La última moda en el ambiente sonoro de la ciudad resulta el estruendo de decenas de sirenas cada vez que el intratable José Dariel saca una pelota del parque, y en la víspera lo hizo en tres ocasiones.
Hasta la fecha, los paquidermos resultan tan difíciles de vencer en casa que, luego de 21 presentaciones, exhiben récord de 17-4 y llevan nueve victorias al hilo.
Ante este panorama lo más lógico es que la mayoría de las miradas del béisbol cubano apunten este fin de semana sobre el diamante del parque 5 de Septiembre, a pesar de coincidir con la visita de Industriales a Santiago, una especie de Real Madrid-Barcelona para el fútbol español.
Los Azules de la capital no acaban de calibrar el motor de arranque. A estas alturas del torneo ganan menos de la mitad (22-23) y libran una enconada porfía con los Gallos espirituanos (idénticas cifras) por el cuarto boleto de la Zona Oeste a la postemporada.
Santiago es otro que trastabilla desde inicios de la competencia y hoy amaneció en compañía de Villa Clara y Las Tunas compartiendo los puestos del cuarto al sexto del Este, a seis juegos y medio de los Tigres.