Aunque se jugó bajo la luz del sol, este miércoles hubo algunos «apagones» en la temporada beisbolera. El primero se produjo en Pinar del Río, donde Villa Clara le manchó el expediente al astro Pedro Luis Lazo, quien de todas formas resistió las nueve entradas.
Lazo permitió cinco carreras y ocho hits durante todo el trayecto. De estas anotaciones, cuatro fueron limpias por un jonrón solitario del antesalista Canto y otro de Ramón Lunar con dos corredores en circulación.
Anda fatal el gigante vueltabajero, pues sus compañeros no producen cuando le toca lanzar. Recordemos que la pasada semana trabajó diez sólidos capítulos en la Isla y se marchó sin poder ganar.
Tampoco tuvo suerte el zurdo cienfueguero Norberto González, quien completó su juego en Camagüey, pero salió derrotado. Sin embargo, lo alarmante es que había lanzado tres entradas como relevista el pasado domingo. Veremos si ese ritmo frenético no le pasa la cuenta, porque sin él los sureños quedarían muy desprotegidos.
También el mundialista Miguel Alfredo González caminó toda la ruta este miércoles. El derecho habanero ya es aquel «monstruo» que vimos en el torneo pasado, y los campeones están prácticamente en la zona de clasificación.
A Granma se le fue la luz en Nueva Gerona, donde los pineros están amotinados desde la semana pasada. Por cierto, los jonrones siguen perdidos allí y el cañonero Alfredo Despaigne continúa con una docena sobre la espalda.
Asimismo, Holguín tuvo un cortocircuito frente a Metros, y Sancti Spíritus dobló sobre Las Tunas. Aquí Yulieski Gourriel bateó de 4-3, aunque no pudo llevarse las cercas.
A propósito, agradezco a todos los lectores que bombardearon mi buzón electrónico y la web de Juventud Rebelde con opiniones sobre el tercer bate espirituano. Esa es la cosa. Cuando hay polémica se calienta el ambiente y siempre salimos ganando. Ojalá siempre me sonaran así los oídos.
Finalmente, Santiago de Cuba agujereó de nuevo a Matanzas, con otra fiesta de Alexei Bell (de 4-3 y jonrón incluido).
Los indómitos pegaron tres estacazos en la primera entrada —Nava, Olivera y Bell—, pero solo los dos primeros fueron consecutivos. Recordemos que el récord de más jonrones en un mismo episodio se acuñó el 15 de abril de 1995, cuando Orientales le pegó seis a Occidentales.