11
La escuadra la integran estudiantes del Instituto Superior de Cultura Física Comandante Manuel Fajardo que han jugado en el I Clásico, la Copa del Mundo y topes universitarios con Estados Unidos
Tome en sus manos esta alineación, imagínese vestido de uniforme, en el banquillo de semejante equipo Cuba, y dígame si usted —como director— no sería capaz de aspirar con ella a un lugar en el podio de cualquier torneo internacional: Yadil Mujica (ss), Leonys Martín (rf), Yoenis Céspedes (cf), José J. Ruiz (1b), Juan C. Linares (lf), José D. Abreu (bd), Yunior Paumier (3b), Yenier Bello (c), Yoilán Cerce (2b) y, como primer abridor, Yulieski González.
Le digo más. En el banco usted va a disponer de los también receptores Yulexis la Rosa y Frank C. Morejón; de los jugadores de cuadro David Castillo, Adonis García y Adalberto Ibarra, así como del jardinero Henry Urrutia.
En el bull pen, para su tranquilidad, calentarán el brazo Yaumier Sánchez, Juan Y. Serrano, Vladimir García, Ismel Jiménez, Ian Rendón, José Ángel García, Arleys Sánchez, Vladimir Baños y Maikel Folch.
¿Qué equipo es ese, de hombres todavía en desarrollo, se preguntarán los que no acudieron el martes al estadio Latinoamericano? Pues la selección nacional de estudiantes del Instituto Superior de Cultura Física Comandante Manuel Fajardo.
Ellos enfrentaron en el primero de tres topes a la Universidad de Alabama (EE. UU.), una escuadra que enseñó sus armas, aunque en la primera entrada parecían abocados a caer por fuera de combate. Bolas perdidas en el sol —como si en sus campos no brillara el Astro Rey— y tiros equivocados presagiaban lo peor para esos visitantes. Finalmente, el duelo concluyó 3-3, en nueve entradas.
Aspiran a másPerentoriamente convocado para recibir a los estudiantes extranjeros, este equipo Cuba tiene elementos individuales que pueden llegar bien lejos... o que ya lo han hecho.
Hay en sus filas hombres del I Clásico Mundial, de la Copa del Mundo y de algún que otro torneo por invitación.
El año 2009, con el reto del II Clásico (en el mes de marzo) y de la inédita Copa del Mundo, con sedes itinerantes en siete ciudades europeas (durante septiembre), podría depararnos la exitosa actuación de —probablemente— la mitad de estos jugadores, futuros licenciados en la Universidad del Deporte.
