El fuego olímpico que arderá durante la venidera cita estival en Beijing, fue encendido ya en una ceremonia tradicional celebrada en las ruinas de la antigua ciudad griega de Olimpia, cuna de los Juegos.
«Hacemos el anuncio de la tregua olímpica», dijo el belga Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, minutos antes de que los rayos del sol se reflejaran en un espejo cóncavo y produjeran el fuego frente al templo de la diosa Hera.
Poco después, la llama olímpica comenzó su recorrido en manos del taekwondoca griego Alexandros Nikolaidis, medallista de bronce en los pasados Juegos. Primero transitará por varias localidades de la nación helénica, de donde se despedirá el próximo día 30 para partir hacia la capital china.
Luego, el fuego iniciará un periplo de unos 137 000 kilómetros por alrededor del mundo. Y alrededor de 21 000 personas han sido seleccionadas para participar en el relevo de la antorcha.
En su itinerario tiene previsto visitar ciudades como París, Londres, San Petersburgo, Estambul, Pyongyang, Seúl, y San Francisco, entre otras, teniendo a Buenos Aires como única parada en Latinoamérica.
Entre las novedades que marcarán el recorrido del fuego olímpico estará su ascenso a la cima del monte Everest, el punto más alto del planeta.