Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Este pelotero ha conectado 23 jonrones en torneos internacionalesEste martes, en el camino a la redacción, escuché varias comparaciones entre Yuliesky Gourriel y su papá Lourdes, como si algún bicho hubiera picado de pronto a los aficionados. ¿Cuál habrá sido el detonante? ¿Acaso los dos jonrones del joven antesalista frente a Tailandia, en la sexta jornada de la Copa Mundial de béisbol con sede en Taipei de China?

Pudiera ser, pues Yuli llegó a tres bambinazos en el evento y se puso al frente de ese importante casillero. En total, el muchacho ha pegado 23 batazos de cuatro esquinas en torneos internacionales, incluyendo su línea terrífica contra Panamá, en un momento cumbre del primer partido del Clásico Mundial 2006, catalogada como la competencia más importante del béisbol cubano en todos los tiempos.

Sin embargo, papá Gourriel se inmortalizó con aquellos fogonazos frente a Estados Unidos durante el Mundial de Italia, en 1998. Según las estadísticas de Arnelio Álvarez —emplantillado en la emisora Radio Rebelde, pero fraterno colaborador de nuestro diario—, Lourdes disparó en diamantes de todo el mundo el doble de los vuelacercas que su hijo tiene hasta el momento.

Los 46 se desglosan como sigue: 18 en seis campeonatos del orbe, 12 en ocho Copas Intercontinentales, nueve en cuatro Juegos Panamericanos, cuatro en cuatro Centroamericanos, dos en una Olimpiada (Barcelona 1992) y uno en un certamen Preolímpico.

Así, todavía el vástago no puede presumir, aunque está bien que quiera ponerle al padre la manzana en la cabeza.

Muy lejos de esos números, el receptor Yosvani Peraza acaba de despachar su primera pelota contra Tailandia, aprovechando muy bien la oportunidad que se le dio. Por cierto, Cuba le pegó 14 indiscutibles a los asiáticos, entre los cuales hubo además cuatro dobles y un triple.

Sin embargo, las carreras fueron cayendo a cuenta gotas, y solo en la quinta y sexta entradas lograron fabricar paquetes de tres y cuatro, respectivamente. ¿Ansiedad? Tal vez, pero no se justifica, sobre todo ante un rival inferior, que se contentó solamente con anotar una vez frente a los campeones olímpicos.

Esa raya —cuarta de los tailandeses en todo el certamen— fue a la cuenta del zurdo cienfueguero Norberto González, quien permitió un par de hits en los dos capítulos que trabajó como sustituto del abridor Vladimir Baños. El derecho pinareño ponchó a ocho y aceptó otros dos sencillos en los cinco primeros episodios.

Totales: CUB (11-14-2), THA (1-4-2); ganó: Vladimir Baños, perdió: Wachira Sampahangsit.

Así, imbatible en seis presentaciones, el equipo cubano aseguró el primer lugar del grupo B, con independencia del choque contra Holanda, que se disputaba al cierre de esta edición.

Sin embargo, para los holandeses (4-2) el resultado del partido sí era determinante en sus aspiraciones de alcanzar los cuartos de final. En su anterior salida, los tulipanes lograron un importante éxito de 5-1 sobre Sudcorea (3-3), escuadra que ha patinado tres veces consecutivas después de un inicio feliz.

Esta madrugada, los asiáticos se jugaban su última carta ante Alemania (1-5). Y tendrán que echar el resto, pues los germanos se amotinaron en la sexta fecha frente a Australia (5-1), hasta que finalmente cedieron 4-2.

En el otro cotejo de la llave, Canadá (4-2) dio un gran paso al vencer 6-3 a Venezuela (1-5). Pero los norteños terminaban midiéndose con la nave australiana y no las tenían todas consigo en el final.

Y en la zona A, México (3-3) continuó su remontada con paliza de 19-1 sobre España (1-5). Además, Taipei de China (5-1) abrumó 10-0 a Panamá (3-3), en tanto Japón (4-2) superó con el mismo marcador a Italia (3-3). Finalmente, Estados Unidos (5-1) sudó para sofocar 4-2 a Sudáfrica (0-6).

Así, los pleitos del adiós decían la última palabra. El programa de la madrugada era el siguiente: México-Italia, Japón-España, Panamá-Sudáfrica y Taipei de China-Estados Unidos.