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El olímpico Luís Franco (derecha) venció 5-0 al pinareño Rosniel Iglesias. Foto: Daniel Anaya Un asalto a la cima de la zona occidental en el Campeonato Nacional de boxeo por equipos se me antojaba difícil, pero la faena de los capitalinos ante Pinar del Río, este viernes, me hizo cambiar de opinión.
A la sala Kid Chocolate llegué con la seguridad de que la nómina anfitriona era superior, pero confieso que no la imaginé en condiciones de sacar ocho triunfos del cuadrilátero, sin dejar de reconocer que dos de ellos pudieron tener historias diferentes.
Sobre el papel, el programa se «pintaba» bien cerrado, y la prueba llegaba en el mismo pleito inicial, cuando el minimosca capitalino Yampier Hernández sacó en los últimos segundos un controvertido triunfo de 3-2 sobre Olandy Regalado, que dividió no solo a los jueces.
La riposta vueltabajera no se hizo esperar y el mosca Andry Laffita se deshizo con un 5-0 del ex juvenil Alexei Collado, poco antes de que el gallo Ariel Maturell defendiera con acierto su invicto con idéntica votación sobre el inexperto local Eduardo Ramírez.
Pero hasta ahí llegó la alegría de los visitantes, quienes encajaron cinco derrotas sucesivas. Aunque cuatro de los jueces le vieron ganar, dudoso fue el éxito del anfitrión Idel Torrientes frente a Lorenzo Sotomayor, quien una vez más resultó un incómodo rival para el campeón panamericano de la categoría pluma.
En la división ligera, la pasividad del pinareño Rosniel Iglesias hizo incuestionable la victoria del olímpico Luis Franco por 5-0, y luego Michel Sarría —ahora en los 64 kilos— aumentó la ventaja local con un 4-1 frente a Yosbel Melgarejo.
Algo apretado, pero sin despojo, resultó el triunfo 3-2 del ex cadete capitalino Frank Islas ante Gerardo González. Más adelante, aunque sin la rivalidad esperada, Emilio Correa hizo su aporte a los de casa con un 5-0 sobre William Ordaz.
La tercera sonrisa de los visitantes llegó gracias a una herida en el parpado inferior derecho que se le abrió al campeón mundial juvenil Julio César Iglesias, quien tuvo que abandonar en el segundo asalto frente a Isael Secades en la división semipesada.
Finalmente, la buena faena doméstica quedó apuntalada por sus pesos mayores, pues Yuniesky González y José Miguel López cedieron por votaciones unánimes ante los titulares panamericanos Osmay Acosta y Robert Alfonso, en las divisiones crucero y superpesada, respectivamente.
Así, Ciudad de La Habana llegó a 507 puntos y, por lo visto, parece destinada a acoger la fase final del certamen, aunque para ello deberán borrar la endeble ventaja de ocho puntos que favorece a sus rivales, y sellar sin contratiempos los dos compromisos que le restan.
Para hoy está previsto la reedición de este duelo, y según los estrategas de ambos bandos, el superpesado pinareño Michel López pudiera tener acción frente a Alfonso. Esperemos que se dé por fin la pelea entre ambos.
En la misma zona de competencias, Matanzas (398) doblegó 50-33 a Sancti Spíritus (372), Villa Clara (393) superó 53-44 a Cienfuegos (345) y La Habana (297) a la Isla de la Juventud (285), por 56-29. Estos pleitos regresan también hoy a la cartelera.
Del otro lado de la Isla, los campeones defensores de Camagüey (368) se estrenaron en la cima oriental tras batir 54-31 a los hasta entonces líderes de Santiago de Cuba (354). Ahora, Ciego de Ávila (357) marcha segundo a pesar de caer 50-34 ante Guantánamo (352), que escaló hasta la cuarta posición. En el otro resultado, Las Tunas (262) doblegó a Holguín (257) por 50-37.
Estos mismos rivales volverán a enfrentarse hoy para cerrar la quinta ronda del torneo.
