Rey Anglada. Foto: Franklin Reyes Esteban Lombillo. Foto: Juan morenoo Jorge Fuentes. Foto: Alex Castro Pedro Luis Lazo, la máxima expresión del pitcheo cubano en la actualidad, lanzará el martes el primer juego del play off, desde la lomita de Pinar del Río.
«Los otros dos abridores serán Vladimir Baños y Raidel Miranda», adelantó el mentor Jorge Fuentes. Y mencionó, como sustituto, "fundamentalmente a Maya".
«Si Luis Enrique Gavilán puede incorporarse, porque tiene una dolencia en una mano, jugará el martes en primera base. Entonces Norlis Concepción volvería al puesto de cortesía».
A Jorge Padrón, líder en indiscutibles, ya Fuentes lo había dirigido hace dos campañas, cuando pegó 92 hits como novato. «Es un formidable toletero; con semejante primer bate podemos arrancar bien».
—¿Cómo logró Pinar del Río salir del abismo —no clasificó hace un año— hasta empinarse en el liderazgo occidental?
—Sobre todo por su buena preparación; hubo mucha armonía dentro del grupo. Y no solo contamos con tiempo de sobra para el entrenamiento, también con una magnífica disposición. Hay individualidades como Peraza, Alexei, Donald, las 13 victorias de Lazo... Pero se ha jugado para el colectivo.
Jorge Fuentes dirige en nuestra pelota máxima desde 1982, cuando debutó y ganó con Vegueros. Si agregamos que anduvo tres temporadas por Japón, y el año pasado en Nicaragua, pensaríamos que tanto béisbol puede agotar a cualquiera, puede hacer más pesado el bate...
—¿Haces, hoy por hoy, un esfuerzo especial?
—De ningún modo; yo elegí la pelota como el centro de mi vida, y cuando alguien se privilegia de ese modo —porque aquí me mantengo a voluntad— no puede estar descontento. Lo disfruto —y lo sufro a veces— pero este equipo me ha hecho feliz.
—¿Has meditado acerca de tu primer rival?
—Me da igual abrir contra cualquiera, porque respetamos mucho a todos los clasificados.
ANGLADA SACA CUENTASRey Vicente Anglada saca cuentas; no acude al lápiz ni a la computadora, pero en su mente bullen las ideas, hace el recuento del trabajo de sus lanzadores.
«No hemos decidido quiénes van a tirar las primeras pelotas; el colectivo técnico se va a reunir para pasarle revista a los seis hombres que rotaron este año como abridores».
Hace unas pocas semanas, Industriales desarrolló una formidable gira fuera de sus predios; regresó cambiado al Latinoamericano, donde perdió muchos partidos, y ahora yergue otra vez la proa.
—¿Esos bandazos estaban en tus cálculos?
—Hace un año pasamos por un trance parecido, y en la gira más reciente perdimos 10 juegos de 13. Estuvimos bastante mal, pero en un torneo largo es difícil mantener el paso hacia arriba durante los 90 juegos.
Anglada frunce el seño cuando recuerda esos dos lunes habilitados adicionalmente para jugar, «uno de ellos con el equipo cenando, desayunando o no sé qué, cuando pasaba de las tres de la madrugada. Ese día jugamos a la 1:30 de la tarde; no justifico la derrota en mi expediente, pero fue durísimo para los peloteros».
—¿Ratificas a tu primer bate?
—Enriquito nos está resolviendo el problema, como designado. Cuando decidimos que fuera al banco lo teníamos siempre presente para estos finales, y lo está haciendo muy bien.
—¿Estamos, entonces, en presencia de la alineación que irá al play off?
—A partir de la inspiración que brinda Enriquito, te diría que sí.
Pienso, entonces, en la imbricación que supondrá Rudy Reyes como noveno bate, cuando la tanda continúe con Enrique, Tabares y Urgellés.
Esos cuatro hombres han robado 83 almohadillas, de las 92 del equipo, por mucho el mejor en ese rubro; solo Granma, con 71 estafas, se pasea a la sombra de los azules.
Ese juego impetuoso, sin duda, es una suerte de herencia. La que les ha legado un director que, a estas alturas, no deja de correr por el terreno.
LA HABANA, CONTRA LA CORRIENTEEsteban Lombillo, mentor de La Habana, decide llamar las cosas por su nombre: «No podemos ocultarlo, estamos en un slump ofensivo, a escasas horas del play off. Y durante toda la campaña hemos afrontado problemas con la defensa.
«Tampoco el pitcheo, en el tercio final del calendario, ha estado a la altura de los primeros 60 juegos. Hacemos lo posible por levantarnos, todos los equipos caen de pronto en un bache, y a nosotros nos ocurre por primera vez».
—¿Cuál será el esquema de trabajo en la lomita?
—Tenemos listos a los abridores; nuestros hombres le lanzan tradicionalmente bien a Pinar del Río, así que seguiremos rotando a Yulieski González, a Jonder Martínez y tal vez a Yadier Pedroso, que en su última salida dio señales de mejoría. Ha estado bloqueado mentalmente, pero su físico es inmejorable.
«Para mejorar la defensa hacemos repeticiones, pero sabemos que, a corto plazo, tenemos que formar a dos hombres alrededor de segunda base».
Lombillo espera que sus hombres retomen la ofensiva, ahora que Juan Carlos Torres, a menudo un puntal, sufre un déficit de entrenamiento después de una enfermedad hepática. Las perspectivas no son nada halagüeñas para él. «Pero hay un espíritu positivo, y a veces eso obra milagros», vaticina.