Como otras veces, el muerto no lo estaba y los familiares se llevaron el gran susto. Los hechos ocurrieron ahora en el condado de Junlian, en China, cuando el anciano de 75 de pronto despertó, y se halló dentro de un ataúd, en medio de su propio funeral. Lo peor no fue eso sino que, del susto, la víctima tuvo una severa subida de presión que esta vez sí le costó la vida. Los parientes, atribulados, no cesan de pedir perdón.