Li Xuan, un chino de 27 años, causó indignación en las redes sociales por publicar fotos con un cadáver. Resulta que el muchachón asistía al funeral de un vecino anciano y estaba «aburrido». Entonces decidió aplacar su hastío acercándose al ataúd y tomándose selfies con el muerto y hasta llegó a sustituir el rostro del difunto por «caritas cómicas» y subirlas a la red social Snapchat. Al compartir las imágenes en su perfil, el resto de los usuarios repudiaron su comportamiento y ante el gran número de críticas decidió bajar las fotografías y pedir disculpas.