¿Cuántas veces hemos sufrido a esos pillos que no les gusta esperar por su turno en las colas? Pues ese es el «trabajo» que se ha buscado un neoyorquino de 29 años, luego de que perdiera su empleo hace unos meses. Resulta que Robert Flame, así se llama, aprovecha la salida al mercado de nuevos productos tecnológicos, amanece en las tiendas y vende su lugar por 25 dólares. Así lo hace diariamente, en varios centros comerciales y, con lo que obtiene, da de comer a su familia. Hasta ahora su único temor es que alguien lo saque a patadas del lugar.