Travis Sigley es psicólogo y se gana la vida de una forma muy rara, pero amorosa: vive de abrazar personas. Así es, este cariñoso joven cobra 75 dólares la hora por una sesión en la que abraza, charla, y se acurruca con sus clientes. Según cuenta, a través de su profesión, descubrió que mucha gente lo buscaba para hablar sobre sus problemas y sentirse acompañado, por lo que percibió que el contacto físico con otra persona ayuda a superar situaciones de ansiedad y angustia, así como a generar confianza en uno mismo y en los demás. Travis añade que la mayoría de sus clientes son mujeres, porque por más que no haya nada sexual en su trabajo, a los varones heterosexuales no les atrae mucho la idea de acurrucarse y charlar con un hombre desconocido.