Gang Zhao, de la ciudad china de Chongqing, quiere que su mujer luzca igual a su primera esposa, que murió hace tres años en un accidente automovilístico. Por eso, logró convencerla de hacerse una cirugía plástica que la deje lo más parecida posible a su primer amor. La sumisa señora asegura que no quisiera convertirse en el reflejo de otra persona, pero tampoco quiere perder a su marido. Sin embargo, el consentimiento de los dos no basta, pues el director de la unidad quirúrgica se niega a operar inmediatamente, y exhortó a la pareja a someterse primero a una consulta psicológica.