Para esta escritora la AHS es una organización que le ha proporcionado el apoyo y el respaldo que necesita como joven creadora. Autor: Cortesía de la entrevistada Publicado: 15/10/2025 | 10:23 pm
MATANZAS.— «Cuando escribo puedo cambiar de piel, de profesión, de lugar, de género, de especie, de momento histórico, de rostro… no tengo que escoger uno solo, puedo experimentarlos todos, y eso me completa».
Quien así lo afirma es la joven escritora Náthaly Hernández Chávez, ganadora de varios premios literarios en su corta vida de escritora, el más reciente en la categoría de ciencia ficción del concurso Calendario 2024, con la novela La biblioteca de Alexa.
Cuenta que ese galardón, otorgado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), premia una obra que se acerca a la realidad mundial con el fenómeno de la inteligencia artificial (IA). «Estuve escribiéndola casi dos años desde que se me ocurrió. Busqué mucha información variada. La misma idea me vino de la lectura de informaciones y novedades, antes del boom de la IA… cuando empezaban ChatGTP y otras tantas que ya se han hecho parte de la vida de muchas personas.
«Recuerdo que al leer las primeras noticias el asunto me interesó e indagué más al respecto. La novela se alimentó de esa búsqueda para saber qué se estaba haciendo con la IA… me gustó fantasear con lo que podría ocurrir en el futuro, cuando se desarrolle cada vez más.
«Una de las cosas que más asusta, a lo mejor, es que cada vez va a ser más difícil diferenciar las cosas producidas por IA, que las reales… Supongo que, en mi caso, dentro de diez años sería una narradora más madura, así que me gustaría agregarle contenido, cambiarle algunas cosas en la forma…».
—¿Cuándo nació la pasión por la escritura?
—Nació por un hábito de leer muy marcado; desde que tengo uso de razón fui una niña a la que su familia, sobre todo mi madre, pusieron en contacto con los libros: ellos me leían y yo leía, y esa pasión me acompaña hasta hoy.
—¿Qué género literario prefieres o te roba el sueño?
—No puedo afirmar que prefiera un género literario sobre otro, porque cada uno me aporta algo distintivo. Robarme el sueño la narrativa, en ocasiones…, pero es debido a sus características, porque la poesía hasta cierto punto te puede robar el sueño también, pero los poemas son unidades más breves.
«Los cuentos y novelas son textos de largo aliento, y en la gran mayoría de las veces una no los termina en el momento: es un proceso continuado, alargado, y eso hace que se genere una preocupación, o que tu atención esté llevada, vamos a decir, hacia la narrativa de lo que estás escribiendo en ese momento».
—En 2021 fuiste ganadora del premio David, de ciencia ficción, con el libro Las azules colinas de Europa…
—La ciencia ficción es una pasión que empezó de manera temprana, con las lecturas infantiles y juveniles, pero la tuve abandonada un tiempo… De alguna manera, esa ciencia ficción me rescató con su lectura y su escritura de una especie de bloqueo creativo en cuanto a la narrativa.
«La posibilidad de crear mundos nuevos, de diseñar el ambiente completo con condiciones específicas, con personajes que se enfrentan a situaciones más allá de la ficción, me permitió desbloquear cualquier inseguridad o retención que tuviera en torno a la narrativa. Por eso es algo que disfruto hacer».
—¿Cómo te sientes como promotora cultural?
—Lo disfruto mucho por ser una amante de la lectura, me gusta encontrar o reclutar lectores, sobre todo para lo que se publica ahora en Matanzas, porque se hace con mucho esfuerzo y una quiere que esas palabras y esos libros lleguen a la mayor cantidad de personas posibles.
—Afirmaste que Bazar de Babilonia es un poemario más maduro. ¿Por qué?
—Este libro fue un punto de inflexión en mi poética temprana. Contiene los primeros textos y es más sencillo; está marcado por la búsqueda de un estilo, de soluciones para las preocupaciones de una joven, y siento que con él hubo una transición hacia otra cosa… al igual que los otros libros que han venido después, centrados muchas veces en cuestiones específicas de la realidad, la cotidianidad. También este y otros poemarios los he asumido con un mayor dominio del lenguaje, con más confianza, y eso hace que los textos ganen en madurez.
—¿En qué lugar ubicas hoy tu primer libro, el poemario La hora violeta?
—Tiene un lugar especial para mí porque demoré años en armarlo; estaba aprendiendo a hacerlo y fue el que me ayudó un poco a cómo hacerlo en el caso de la poesía. No he terminado hasta ahora, y pienso que nunca terminaré de aprender, pero ese me ayudó con las cuestiones principales, y me trajo muchas satisfacciones en su momento, al permitirme interactuar por primera vez con los lectores que habían comprado y leído mi libro.
—¿Qué significa el premio Eliecer Lazo?
—Fue especial para mí porque lo gané en casa, y porque es un premio de poesía, y ahora mismo ese género en nuestro país se hace con calidad y los concursos reciben la mayor cantidad de cuadernos. La competencia es fuerte, y eso estimula más a concursar. También porque me permitió regresar a Aldabón, la editorial donde publiqué mi primer libro y a la que estoy vinculada. He podido estar cerca y observar el proceso del libro en todos sus pasos, y eso lo vuelve doblemente especial.
—Pertenecer a la AHS, ¿es una oportunidad?
—Es una organización que te proporciona apoyo de muchas maneras, ya sea facilitando tu asistencia a eventos, con sus becas y concursos, o con sus actividades… O simplemente por el
hecho de saber que, como joven creador, cuentas con un respaldo.
«Una de las razones principales por las que creo que Calendario, por ejemplo, es el premio más codiciado por los autores jóvenes, es por el respaldo que la AHS hace de su publicación, y cómo promociona a estos mismos autores y a su obra. Siempre le voy a estar muy agradecida por ese apoyo, por los proyectos que he podido completar motivada por la Asociación y por las puertas que me ha ayudado a abrir, o derribar, incluso».
—¿Algún proyecto inmediato de publicación?
—Sí, Bazar de Babilonia estará disponible para los lectores en la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana. También tengo dos libros de cuentos de ficción realista: Sirenas en el San Juan y El ladrón de ciruelas amarillas. Ambos están terminándose de editar y deben salir por Ediciones Matanzas y Sed de Belleza, respectivamente, para la Feria de febrero.
Algunos de los libros publicados por la joven escritora.
Náthaly Hernández Chávez (Matanzas, 1994). Escritora. Licenciada en Periodismo. Editora web de Ediciones Matanzas y promotora de Ediciones Aldabón. Miembro de la AHS, la UPEC y la Uneac. Graduada del 24to. Curso de Técnicas Narrativas del Centro Onelio Jorge Cardoso. Tiene publicados La hora violeta (Ediciones Aldabón, 2023), La figura en el puente (Ediciones La Luz, 2024), y La biblioteca de Alexa
(Editorial Abril, 2025). Ganadora de los premios: David (ciencia ficción, 2021), Celestino de Cuento (2023), Eliecer Lazo (poesía, 2023), Calendario (ciencia ficción, 2024), Sed de Belleza (cuento, 2024), Portus Patris (poesía, 2024) y Fundación de la Ciudad Fernandina de Jagua (cuento, 2025).
Textos suyos aparecen en antologías, sitios web y revistas de Estados Unidos, España, Alemania, América Latina y Cuba.