Laura Mesa protagoniza el telefilme Contra viento y marea que estrena el próximo 5 de julio Autor: Tomada del Portal de la Televisión Cubana Publicado: 04/07/2025 | 11:05 pm
Cada verano, Una calle, mil caminos vuelve a la pantalla televisiva para dialogar con la juventud cubana y su familia con historias que no solo entretienen, sino que también educan, provocan reflexión y ofrecen alternativas ante los desafíos del crecimiento.
Este 2025, el programa regresa con nueve telefilmes inéditos, una cifra que confirma el compromiso de su equipo creativo con una televisión que forma, acompaña y propone soluciones. Para conocer en detalle esta nueva temporada, JR conversó con dos de sus asesores clave: Beatriz Roussó y Dely Fernández.
Nuevas temáticas para una realidad cambiante
—Beatriz, ¿qué temas centrales abordan los telefilmes de esta temporada y por qué son relevantes para adolescentes y jóvenes?
—Esta temporada trae temas diversos y actuales que dialogan con la realidad de nuestro público. Por ejemplo, la perseverancia y la voluntad se exploran en Contra viento y marea; el embarazo en la adolescencia, un asunto prioritario, en Después del abrazo; la lucha por los sueños a pesar de los obstáculos, en Raíz; además, la timidez y los complejos, y el miedo al fracaso en Había una vez más.
Emmanuel Castillo protagoniza el telefilme Contra viento y marea que estrena el próximo 5 de julio. Foto: Tomada del Portal de la TVC
«El autodescubrimiento y el cuestionamiento constante sobre la naturaleza humana están en Desde cero; el valor de la amistad se ve en Doble tempo; y temas complejos como el divorcio destructivo y su impacto en los hijos son tratados en El camino hasta aquí.
«También abordamos problemáticas sociales urgentes, como el control que se ejerce como forma de violencia de género, el acoso y ciberacoso en Corazón blanco, y los prejuicios sociales y estereotipos de género en El reverso de la moneda. Son asuntos que afectan directamente la vida cotidiana de los jóvenes y que requieren visibilidad y debate».
—¿Cómo se seleccionaron estas historias? ¿Qué criterios fueron clave?
—No hay un solo modo para elegir los temas. Primero, nuestro equipo de asesores —que incluye a Dely Fernández y Omar Fontes— identifica las prioridades nacionales y las demandas sociales relacionadas con los adolescentes. Luego encargamos los guiones a un grupo estable de escritores con quienes trabajamos regularmente, pero también tomamos en cuenta las propuestas que ellos traen, sean originales o adaptaciones literarias.
«Lo más importante es que los contenidos respondan a los intereses de los adolescentes, jóvenes y sus familias, pues el espacio se ha convertido en una propuesta que busca alternativas y caminos para toda la familia».
—El programa es también plataforma para nuevos directores. ¿Cómo se refleja eso en esta temporada?
—Como es habitual, estrenamos nuevos realizadores. Acompañamos a estos jóvenes directores con asesores experimentados para garantizar que esta primera experiencia sea un aprendizaje con responsabilidad y disfrute.
«Por ejemplo, Yul Martínez, recién graduado de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca), escribió y dirigió Raíz, acompañado por el director asesor Roly Peña. Luis Abel Oliveros Matos, con experiencia en otros formatos, dirige El camino hasta aquí bajo la tutela de Heiking Hernández.
«Por su parte, Zenia Veigas Chkout, productora y editora, debuta como directora en dramatizado con Desde cero, tras su experiencia en cine en 2022, cuando dirigió uno de los cortos de la película Aislados».
Una temporada inédita y desafíos de producción
—Dely, ¿qué novedades trae esta edición? ¿Cómo han afrontado los retos actuales?
—Después de muchos años, tendremos nueve estrenos en nueve semanas, algo que nos llena de felicidad, dada la complejidad del contexto económico y social que enfrentamos.
«La conducción estará en manos de jóvenes con experiencia actoral, que entienden la importancia de transmitir los textos con convicción y profundidad. Actrices y actores como Anyeli Rodríguez, Ariel Zamora, Karen Machado, Yanm Calderín, Ana Flavia Barrios y Anabel Espinoza alternarán en la conducción, formando dúos que acompañan la estructura de la revista.
«En cuanto a producción, hemos tenido que adaptarnos a limitaciones como la reducción de días de rodaje y el déficit energético, que en ocasiones nos obliga a grabar con luz natural. Gracias al apoyo de la productora Patria y la colaboración entre equipos, hemos encontrado soluciones creativas que mantienen la calidad de las obras».
—¿Cómo han evolucionado los temas en comparación con temporadas anteriores?
—Nos esforzamos por «tomar el pulso» a los jóvenes, escucharlos y consultar investigaciones científicas para actualizar nuestro enfoque. Algunas preocupaciones se mantienen, como la búsqueda de identidad, la lucha por los sueños, la timidez y el miedo al fracaso.
«Sin embargo, los enfoques y estilos narrativos se renuevan para desmontar temáticas como el impacto de las redes sociales, el acoso y la violencia de género, con nuevas perspectivas que permiten a los jóvenes verse reflejados y encontrar respuestas».
—¿Cómo se estructura la revista en esta temporada?
—Mantuvimos el formato que ha tenido éxito: complementa el telefilme con entrevistas, testimonios de jóvenes y especialistas, y piezas audiovisuales de estudiantes y creadores emergentes. Así el público recibe un tratamiento integral de los temas, desde distintos ángulos.
—¿Qué estrategias se utilizan para potenciar la interacción con los espectadores?
—Repetimos la fórmula del año pasado: al concluir cada emisión se abren encuestas en Telegram para que el público vote por su telefilme favorito. El más votado tendrá una premier en cine, donde el público podrá dialogar con el elenco y el equipo. Esta estrategia fortalece la participación y el sentido de comunidad.
—¿Qué aprendizajes de temporadas previas influyen en esta producción?
—El programa lleva quince temporadas al aire y sigue siendo preferido, no solo por jóvenes, sino también por familias y educadores, quienes utilizan los contenidos para debates y actividades formativas.
«Hemos aprendido que la clave es no descansar; apenas termina una temporada, ya trabajamos en la próxima. La producción audiovisual es costosa y complicada, pero el equipo se apoya mutuamente, busca sinergias y cuenta con el respaldo indispensable de la productora Patria.
«En el plano del contenido, el reto es mantenernos actualizados, trabajar con respeto y responsabilidad, y lograr que el mensaje sea claro, esperanzador y propositivo».
Una calle, mil caminos no busca que sus historias se agoten en la pantalla. Por el contrario, cada emisión pretende sembrar inquietudes, abrir preguntas y ofrecer caminos posibles.
«El espacio cuenta historias, no para que se queden ahí: nuestra intención es dar alternativas, opciones; es permitir que los adolescentes y jóvenes, junto a sus familias, se acerquen a todos los temas posibles», subraya Beatriz Roussó.
No hay temas vedados para este equipo: todos pueden y deben ser tratados, siempre desde el respeto, la investigación y la responsabilidad. «Algunos contenidos son más nobles que otros, o más difíciles que otros; pero, todos son igual de necesarios», recuerda Roussó.
Y es que el valor del programa no reside solo en sus telefilmes, sino en la integralidad con que se piensa. Cada entrega está acompañada por una revista que permite profundizar, sumar voces especializadas y construir herramientas reales para el manejo de las problemáticas abordadas.
En tiempos de incertidumbre, este espacio sigue apostando por el diálogo intergeneracional, la construcción de valores y el poder transformador de las buenas historias. Porque en esa calle simbólica donde cada relato encuentra su punto de partida, donde nace una historia, nacen mil caminos.