La radio se reinventa y sigue viva

¿Cuál es la radio de los tiempos actuales? ¿Qué necesitamos en calidad de oyentes y cómo podemos ofrecerle a las audiencias los mejores productos? ¿Cómo «conectar» con las diferentes generaciones en un contexto de vertiginosa evolución tecnológica?

Son muchas las interrogantes que trazan nuevos desafíos a la radio en la época moderna en todos los países, sobre todo teniendo en cuenta que internet y todas las tecnologías de la información y las comunicaciones favorecen el consumo en tiempo real a nivel global.

Siguiendo estas pautas y con el ánimo de celebrar el impacto de la radio en la vida de las personas a más de cien años de su creación en distintas naciones, recientemente se reunieron en La Habana radialistas de México, Colombia, España y de nuestro país, durante el evento RadioMorfosis Cuba 2024.

Cuba, en particular, aunque no puede ignorar las limitaciones que inciden en la realización y el consumo de la radio de la manera más contemporánea, muestra una evolución impresionante y novedosas propuestas, incluso en el entorno convencional, que la conducen a la transformación imprescindible en esta era.

Creamos y creemos

Los públicos han cambiado y quienes realizan estudios de consumo y/o recepción pueden ilustrarlo mejor, pero ciertamente desde la manera en la que buscamos lo que deseamos escuchar hasta la forma en la que queremos disfrutar ese contenido ha variado, aseveró la Doctora en Ciencias de la Comunicación, Ana Teresa Badía, periodista y profesora titular de la Universidad de La Habana, durante su intervención en la cita.

«La construcción de la narrativa no puede seguir solamente los cánones tradicionales, y aunque persiste una deuda científica y teórica al respecto, por ejemplo, en lo asociado con los podcasts, debemos mantener una calidad artística importante en lo que ofrecemos, basada en el conocimiento de lo que las audiencias requieren», agregó.

Sucede que la radio es, en estos tiempos, cada vez más interactiva, afirmó Gabriel Torres, presidente de la Asociación de las Televisiones Educativas y Culturales Iberoamericanas (ATEI) —líder de la organización RadioMorfosis Cuba 2024.

«Tenemos nuevos consumidores y, por tanto, requieren nuevos accesos a la radio, y tenemos que apostarle al ranking para evaluar satisfacciones, y en ese sentido es importante garantizar la proximidad de la radio a las audiencias desde los contenidos y desde las posibilidades de accesibilidad».

¿Cualquiera hace un podcast?, buena pregunta. Jorge Eduardo Urrea, comunicador y docente de la Universidad del Quindío, en Colombia, insistió en que, aun cuando las plataformas están disponibles para todos e incluso los recursos para aprender a concebir un producto con ese fin, y la monetización es un aspecto seductor, no puede descuidarse la dramaturgia ni la calidad de lo que, aún desde el punto de vista elemental, debe ofrecer un producto sonoro y visual atractivo. La profesionalización es vital.

Cada vez más, enfatizó la Doctora Badía, las sociedades promueven escenarios multitareas y la convergencia mediática. El podcast, en tanto novedad de estos tiempos, trae consigo un ensanchamiento de la manera en la que escuchamos la radio, una nueva vía de financiamiento para los medios y para las personas y, sobre todo, retos constantes para el crecimiento personal.

«¿Hacia dónde transitan las audiencias? Los estudios de recepción son muy difíciles pero nos corresponde a nosotros desde los medios crear las audiencias a partir de nuestros productos, y satisfacerlas siempre», apuntó.

Imposible olvidar el impacto en las redes sociales de la radio en cualquiera de sus variantes; la necesaria diversificación de voces, las múltiples plataformas de streaming existentes, las ingeniosas maneras de gestión del contenido y, sobre todo, la globalizada alternativa de escucha con canales y plataformas, comentó Torres.

Sin embargo, y Cuba es un excelente ejemplo a nivel mundial, aún las personas vibran con la radio convencional, acotó el director de programas de radio Manuel Ramírez Heras. «No es posible aún hablar de un masivo consumo de radio en Cuba a través de internet o vía satélite, y no es mayoritaria la población que oye podcast, por eso espacios como las radionovelas o radioteatros continúan sumando adeptos, y para nosotros, los realizadores, es un motivo de felicidad».

Precisamente hablar de emociones es esencial, destacó el actor y locutor Daniel Rincón, miembro de la Asociación Colombiana de Locutores y Comunicadores. «No podemos pretender que lo que hacemos guste o gane fidelidad si no tocamos las fibras de los sentimientos y de las emociones. Los locutores, presentadores, actores… todos los dueños del micrófono en un momento específico tenemos la enorme responsabilidad de emocionar a través de nuestras charlas o de nuestras lecturas de los guiones.

«Los podcasts, por ejemplo, en tanto convergencia multimedial, ofrecen quizá la variante de la imagen como elemento adicional para defender una idea, un producto, pero también en el medio audiovisual hay que emocionar... Si no, perecemos».

Ramírez Heras significó lo emotivo que resulta escuchar o leer en las encuestas los criterios de quienes gustan de espacios dramatizados en la radio. «Recientemente en RadioArte produjimos una novela y decidimos interactuar a través de WhatsApp con los oyentes y a los diez capítulos fue increíble el nivel de retroalimentación obtenido que nos motivó, incluso, a moldear los personajes, los conflictos y muchas tramas. Eso sucedió con un producto sonoro en un canal tradicional… Imaginemos todo lo que puede hacerse en otros espacios y con otros recursos».

La semilla que germina

¿Escuchan radio los jóvenes? Interesante el debate suscitado en RadioMorfosis Cuba 2024 a propósito de las radios universitarias en los diferentes contextos de Iberoamérica, pues en no pocos casos lo gestado entre estudiantes ha dado luego el «salto» al dial o a las plataformas digitales más conocidas.

Según la Doctora en Ciencias de la Comunicación, Zenaida Costales, periodista y profesora de la Universidad de La Habana, Cuba tiene buenas experiencias en el hacer cotidiano de la radio en esos entornos.

«Curiosamente, en los diferentes festivales y eventos que hacemos, las mejores radios universitarias son las de Ciencias Médicas y no precisamente las creadas en espacios de las Facultades de Comunicación.

«Si seguimos esa pauta en una investigación, no tiene por qué resultar descabellado que los temas más escuchados en podcasts a nivel mundial son justamente los relacionados con la salud, y en no pocas ocasiones, hayan saltado al dial productos concebidos en ese contexto académico.

«La nueva radio demanda nuevas competencias profesionales, nuevas rutinas productivas y narrativas, y es muy bueno que, en definitiva, seamos ”prosumidores”, es decir, consumidores que a su vez producen. Por eso considero que en las radios universitarias tenemos un caudal enorme de productos con calidad, independientemente de que el aprendizaje en materia de comunicación es constante».

Urrea eligió lo que en las radios universitarias se elabora, «y volviendo al podcast, que es una vía muy recurrente de los jóvenes, sí hay que aprender a hacerlo bien. A veces se cree que porque las personas elijen lo que les interesa escuchar eso ya nos libera de “vestir” el producto. Es un error porque la escucha consciente no puede ser el pretexto para no “vender” el producto con todos los elementos que le aporten calidad. Los jóvenes saben cómo aprovechar bien las herramientas que dominan».

¿Y los niños? Por suerte, es un público muy considerado en todas las producciones radiales, convencionales o no. «Lo primero que se requiere para crear un producto para los pequeños es conocerlos bien, a partir de sus intereses y motivaciones. Darles lo que quieren y, en medio de ello, darles lo que no saben que quieren o necesitan, pero que es importante que sepan y escuchen. Es un público muy demandante, al que hay que ofrecerle los contenidos con creatividad y asertividad», afirmó Arianne Argudín, actriz, guionista y directora de La Casa de Mamá Tomasa y del Taller Inclusivo de Creación Infantil del mismo nombre.

Patrimonio sonoro

Al final de todo proceso creativo y con el paso del tiempo, es fundamental abogar y apoyar las iniciativas de conservación y resguardo del patrimonio, subrayó Alexandra Falla, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano y Vicepresidenta de ATEI.

«Cuidar la memoria sonora de un país, de una época, de unas tradiciones, es cuidar nuestro futuro también. Comprender los ciclos de consumo a lo largo del tiempo pasa, además, por la necesidad de mantener vivo el legado que otros nos dejaron, y trazarnos los caminos futuros», dijo.

Yuzaima Cardona, directora general de la Radio Cubana, aseguró que aún es insuficiente lo que hacemos en el país, «pero con todo el talento que vive en nuestras emisoras y con las ganas de seguir creando, auguramos un futuro de otro siglo y más de este medio».

Otto Braña, director de Patrimonio del Instituto de Información y Comunicación Social, instó a mantener estos debates en los diversos ámbitos de creación, en distintos niveles, para intercambiar en encuentros internacionales con savia y propuestas.

«La clave en estos tiempos es la integración y aunar voluntades, experiencias y saberes por un bien común que es necesario en la actualidad. Tantas veces se pensó que la radio moriría y nada más lejos de ello, al contrario, la radio se reiventa y sigue viva».

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana