Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Algunos medios de prensa han reportado el concierto realizado en la sala Galileo Galilei de Madrid por Buena Fe, agrupación que durante estos días se encuentra de gira por Europa. Hay que resaltar que fue un excelente concierto con dos horas de duración, dentro del cual sucedió una provocación concebida de antemano que suscitó una reacción de rechazo del público asistente allí para disfrutar del concierto.

 

Lo sucedido es una consecuencia directa de la campaña de difamación, agresión mediática y satanización hacia nuestros artistas, orquestada con anterioridad a la realización de los conciertos. Así lo demuestran las publicaciones en las redes sociales de los odiadores que incitaban al boicot de las presentaciones y a lanzar excremento a los artistas.

Desde los perfiles de redes sociales de la propia agrupación se ha hecho una denuncia al acoso y hostigamiento mediático hacia los promotores y dueños de las salas de concierto, lo que condujo a la suspensión de las presentaciones en Salamanca y Zamora.

 

Denunciamos el abuso y el atropello al que está siendo víctima Buena Fe de manera impune por provocadores, cuyo discurso es amplificado por plataformas y medios digitales contrarrevolucionarios, financiados por agencias federales estadounidenses que se han dedicado a mentir sobre lo que sucedió.Todo esto es resultado de un discurso de odio que debe tener una respuesta de la opinión pública. Es una real estrategia de boicot y linchamiento mediático hacia los artistas cubanos residentes en Cuba.

 

Impugnamos este tipo de actitud contra quienes han decidido apostar por la música cubana. Se ha hecho presión sobre el público y también sobre los programadores locales que, a veces sin disponer de grandes recursos económicos, mantienen la voluntad y el compromiso de promover la música cubana en el exterior.

 

Este atentado no puede quedarse en silencio. Es un ataque directo a la música cubana. Otros artistas que residen enla Isla ya han sido atacados y dañados con estos llamados al boicot y al linchamiento en Miami, como Los Van Van, Haila, Alexander Abreu, Pedrito Calvo, Paulito FG, entre otros. Ahora la culta y civilizada Europa permite que esto ocurra con total impunidad.

 

Hacemos una denuncia formal contra esta campaña mediática desvergonzada, donde el provocador se victimiza. Demuestra la existencia del terrorismo mediático contra una agrupación que goza de la admiración del público cubano, que no viajó hacia el exterior para hacer propaganda política, sino para promover y defender los valores más auténticos de la música cubana contemporánea.

 

La presencia de Buena Fe en Europa está respaldada por su obra, la misma que ha acompañado a generaciones de jóvenes por más de 20 años. Es la misma agrupación que nos regaló uno de los temas que se convirtió en la banda sonora de este pueblo durante la Pandemia de la covid-19. Culminó recientemente una gira por todo el país junto a otros valiosos artistas,el disco Morada recibió el Premio Cubadisco comoel más alto reconocimiento que otorga la industria musical cubana y,continúa estando en la preferencia de su público. Atacarla, no es inocente. Forma parte de toda la política hostil hacia Cuba fabricada desde Miami.

 

Esta es una de las tantas manifestaciones de odio de las que hemos sido objeto desde los Estados Unidos.Al bloqueo económico, comercial y financiero se le agrega un bloqueo cultural. Acciones como estas demuestran esa matriz que ya no se queda en el ámbito de los artistas cubanos, sino que trasciende hasta los de otras naciones que llegan al país para presentarse ante el público. Un ejemplo de ello fue lo ocurrido con la cantante española Rozalén, quien participó en el Evento Cubadisco y resultó objeto de mensajes de odio en sus redes sociales por el solo hecho de venir a cantarle al público cubano.

 

Desde las instituciones cubanas existe un respeto por aquellos músicos que residen en el exterior. Con muchos de ellos mantenemos excelentes relaciones de trabajo, atendemos los proyectos que nos presentan, favorecemos su participación en nuestros festivales y el constante vínculo con los estudiantes de la enseñanza artística. Hay quienes no quieren que esto ocurra. Por lo tanto, lo mínimo que podemos pedir es que se respete la voluntad de aquellos que han decidido quedarse en Cuba.

 

Resulta paradójico que los mismos que enarbolan los dicursos de la libertad y diversidad de expresión son los que no respetan las decisiones de quienes quieren hacer su obra en Cuba y defenderla desde aquí.Tenemos el derecho a no ser bloqueados culturalmente.Tenemos todo el derecho a defender a la música cubana y sus artistas, como una clara expresión de defensa denuestra cultura e identidad nacional.