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«No hay problema en el acto de consumir arte. Este debe ser primero un placer, luego una inversión. Tiene que existir un equilibrio entre ambos», afirmó el especialista de Artprice, Jean Minguet. Autor: Ocwi Capote Publicado: 12/05/2022 | 08:55 pm
Hace apenas unos días comenzó la sexta edición del Mes de la Cultura Francesa en Cuba, agendada del 3 al 26 de mayo. Como es habitual, la Embajada de Francia en la Isla y la Alianza Francesa, organizadoras del evento, diseñaron un programa cuyo propósito principal nos acerca a conocer más sobre la riqueza cultural del importante país europeo.
Esta selección de diversas manifestaciones del arte incluye la visita de exponentes franceses que intercambiarán experiencias con sus pares cubanos. El programa prevé espectáculos de danza, teatro, musicales, proyecciones cinematográficas, moda, literatura, arte callejero, exposiciones fotográficas y una serie de presentaciones y conferencias que se desarrollarán en disímiles espacios como el Teatro Nacional de Cuba, el Oratorio San Felipe Neri, la Galería Taller Gorría…
Entre los artistas francófonos participantes se destacan el coreógrafo Radhouane El Meddeb, de la Compagnie de SOI; el director de la Compagnie des Hommes (de teatro), Didier Ruiz, el fotógrafo Denis Darzacq; la exponente del street art Delphine Delas; el director de orquesta y violinista Rémy Ballot; el coreógrafo Alexi Marimón y el experto en arte contemporáneo Jean Minguet.
Especialmente interesados en la actualidad del mercado del arte mundial, asistimos a la conferencia magistral de Minguet, en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, ofrecida por la Embajada de Francia en Cuba y Génesis Galerías de Arte.
El especialista galo está a cargo del Departamento de Econometría de Artprice —una plataforma con base de datos en línea, líder en los análisis sobre el mercado de arte—, que se ocupa del estudio estructural de subastas de bellas artes, de los flujos internacionales y la volatilidad de los precios.
«Hay un fenómeno que no podemos negar y es toda esta efervescencia, esta locura, por los artistas jóvenes acompañado de una toma de riesgos importantes por parte de los coleccionistas. Esto es fundamental analizarlo en su propio contexto. Es una oportunidad para los nuevos mercados. Existe la voluntad de explorar otros puntos de creación, darles valor y que este se inscriba en un contexto institucional más amplio para poder proponer más obras, pues el mercado está listo para recibirlas», resumió el experto.
Gran parte de la disertación de Jean Minguet se centró en las complejidades, el rápido crecimiento del mercado del arte acompañado de un proceso de alianza y madurez con la tecnología.
«Existen distintas formas de construir un mercado. En Francia es bastante sólido y tranquilo. Hong Kong tiene un crecimiento fuerte cuya intención no es presentar artistas nacionales sino ser el puente entre Occidente y Oriente. Reino Unido y Estados Unidos continúan siendo las plazas principales. La idea es ver que los mercados son capaces de crearse nuevas formas e impulsar otras oportunidades, aunque el simple hecho de querer crear este espacio no siempre funciona. No hay una solución-milagro».
De acuerdo con el experto las ventas en subastas son un elemento vital que oxigena el flujo del arte mundial. Sin embargo, para llegar a ese punto el creador necesita, primero, insertar y comerciar sus obras en el mercado.
«El año pasado hubo un fenómeno bastante inusual con un volumen de ventas superior a los 400 millones de dólares para artistas menores de 40 años (…). ¿Realmente el precio es representativo del verdadero valor? Avery Singer es una exponente importante de la pintura. La frontera entre la figuración y la abstracción es un punto muy interesante para los coleccionistas, pero ¿será ella capaz de ir más allá, de sobrevivir? Se conoce hoy por estos precios astronómicos, por lo que explora. Sin embargo, no es un proceso solo de exploración sino, también, de poder inscribirse en el mundo y en la historia del arte».
Jean Minguet explicó que su labor en Artprice radica en detectar grandes tendencias, y poder ir a los detalles de algún mercado en particular: «En museos y galerías se observan las obras de forma más general. Trabajamos desde un punto de vista diferente al comparar esa obra respecto al mercado. Nos enfocamos en diversas manifestaciones como escultura, pintura, fotografía, cerámica, tapices, instalaciones, videos, un poco de arte Tokens No Fungibles (NFT)… Tratamos de ser bastante claros. Nuestro objetivo es entregar una información —con una metodología exhaustiva—, lo más digerible posible para tener una visión más personalizada del arte».
Avery Singer es una de las artistas jóvenes más vendidas e influyentes en el mercado actual.Foto: Tomada de Pinterest.
Esta recopilación inmensa de datos es una gran herramienta que permite estudiar cualquier aspecto de las obras y sus creadores. Por ejemplo: «Vemos una creación progresiva en los primeros 20 o 30 años y una cumbre alrededor de los 35 que podemos llamar madurez. Otros son más tardíos y tendrán una segunda madurez a partir los 60 años. Esto es conceptualizando y basándonos en resultados de las ventas para entender cómo sucede la creación artística y para criticar o analizar lo ocurrido en estas aceleraciones que observamos actualmente».
Otro aspecto central de su conferencia versó sobre los NFT como uno de los agentes esenciales en el mundo del arte de hoy. Un NFT puede ser cualquier archivo (imagen, gif, sonido, video, etc.) que no es palpable físicamente y que se comercializa como arte mediante un certificado digital de autenticidad con tecnología blockchain. Es un elemento único que no se puede modificar ni transferir, de ahí su valor.
«Los NFT van a concentrar algunas de las problemáticas que existen hoy sobre el arte, precisamente porque son fáciles para desplazar y vender. El principio de los NFT es la posibilidad inmediata de poner las obras en venta. No existe una espera como ocurre en el sistema habitual. La tendencia actual nos permite observar un cambio en la forma de poseer y apreciar una obra».
En la consideración del especialista, los NFT pueden ser arriesgados por lo agresivo de las ventas y porque obvian los mecanismos establecidos para visibilizar el arte: «Querer pasar sobre todas las galerías es un poco peligroso, porque la carrera de un artista es la unión de varios factores. Instituciones públicas
y privadas van a colaborar con el reconocimiento y la visibilidad internacional. Actualmente este fenómeno pasa por encima de todos esos elementos».
Respecto a Cuba, se destaca que nuestros artistas solo representan el 0,1 por ciento del volumen de las ventas internacionales. Esto no es indicador de una mermada riqueza creativa o conceptual, sino que la presencia en el mercado no es significativa.
Casi al finalizar la conferencia, Jean Minguet expresó su total disposición de intercambiar experiencias con nuestros creadores en los días que estará en nuestro país y poder brindarles algunas herramientas online y teóricas que les ayuden a potenciar su trabajo.
«Existen artistas cubanos con una profundidad importante. Las personas que les gusta el arte son capaces de reconocerlo, pero no es todo (…). Ustedes poseen instituciones extraordinarias, pero ¿cómo esos tres elementos (artistas, coleccionistas e instituciones) se pueden poner a funcionar juntos para que sean una red sólida? Hay distintas formas de hacer. En Cuba la pregunta sería ver en qué punto están y cómo lograr que las instituciones puedan posicionarse en competencia con todo lo que está sucediendo. Por eso es imprescindible otorgarles a las instituciones y artistas conocimientos para que comprendan cómo funciona este mercado y cuáles son los retos globales».
