Ilumina y Mata Autor: Camila Berazaín Publicado: 02/02/2021 | 12:11 am
Hay versos que de tan hondos parecen golpes. Indoloros (o tal vez no tanto). Pero súbitos, estremecedores, imperecederos. Hay golpes que amoldan hombres como si usaran un escoplo, que les quitan la cáscara, los reconstruyen hasta la médula; que los desnudan en el más puro e íntimo meollo de las cavidades del corazón, los desmontan de las peanas y los traen hasta nosotros; por unos dos, cinco, siete…diez años.
Y están los proyectos que son como los golpes porque asumen retos gigantescos, se superan con el tiempo, intentan romper con lo esquemático, con lo estéticamente hecho hasta ese momento, a riesgo de parecer trillados para algunos o poetas de lo visual para otros. Justamente, entre esa línea fina que retrae a la lírica del diseño no cabe el arte de En todas partes Soy; ellos traspasan la horma, se mezclan; crean a partir de la expresión poética que los desborda.
Cuando en 2011 profesores y estudiantes del Instituto Superior de Diseño (Isdi) decidieron permearse de una visión distinta para la representación de Martí en carteles visuales, no pensaron que aquella idea acabaría en metamorfosis del entendido y la asimilación genuina de quien es amor y verso en sí mismo.
«Nada debe parecerse más a la poesía que el diseño, porque ambos han de exigirse capacidad de creación, originalidad, síntesis, elegancia y meditación conceptual», nos dice «el alma del proyecto», la profesora María Eugenia Azcuy Rodríguez, o Maruli —como la conocen sus allegados—. Según los que han compartido espacio con ella, sin su empuje, perseverancia e impulso espiritual hubiese sido más difícil la travesía de intentar acercarse y traer a Martí, de un modo distinto, a nuestra cartelística contemporánea.
—¿Cuál ha sido el mayor desafío de representar al Maestro en un cartel?
—El mayor desafío es poder llevar a una imagen el pensamiento martiano, más allá de cualquier otra visión icónica del Maestro. Poder mostrar códigos concebidos a partir de una apropiación personal de la dimensión martiana, y que el concepto sea la base creativa e intuitiva que perciba las necesidades del otro.
—¿Qué tenían claro cuando fueron tras un Martí diferente?
—Lo primero es que queríamos un cartel con una auténtica función social comunicativa. Lo segundo, y lo más marcado, era borrar los límites entre poesía y diseño, sin denostar que este último requiere de una comunicación inmediata, precisamente por su público transeúnte y sus referencias cotidianas.
«También nos propusimos representarlo de maneras respetuosas, sinceras, sempiternas y sublimes, para contribuir al bienestar espiritual del pueblo que reclama y crea la belleza y utilidad».
—¿Cómo conectar al Apóstol, desde el diseño, con las juventudes de la Cuba de hoy?
—Buscamos variedad de representaciones, sencillez, tratamiento metafórico y sugerente de la imagen, diversidad de técnicas, uso de una cromática que rompa la monotonía. Los códigos en general son muy contemporáneos para lograr un mayor acercamiento del mensaje al público y elevar la posibilidad de comprensión.
***
De esa pertinencia luminosa de salir del techo académico e impactar en la comunidad, también se ha nutrido En todas partes Soy. Con el apoyo de la Sociedad Cultural José Martí, la Casa Natal del Héroe y el Programa de Desarrollo Cultural del municipio de Centro Habana, se han producido un total de 250 carteles que componen 15 series, y más de 60 exposiciones; las piezas se han exhibido lo mismo en galerías, que en centros laborales, teatros, escuelas y en zonas rurales, entre las que se cuenta la Ciénaga de Zapata.
Hasta ahora han recibido el premio La Utilidad de la Virtud, que otorga la Sociedad Cultural José Martí, y otros reconocimientos a los carteles y las exposiciones, mas los galardones no constituyen el derrotero principal para este proyecto extensionista que tiene su génesis en el aula, con los estudiantes; pero que apunta a crear y mostrar carteles martianos y de él, con tesitura sensible y valedera.
Que sea entonces su obra la que recite alto, por ellos.
En silencio ha tenido que ser. Autor: Robiert Luque.
Dos pies en solo un beso. Autora: Irina Gil.
Trincheras de ideas. Autores: Patricia García, Rubén Darío y Sergio González.
El amor, madre, a la patria. Autor: Alejandro Escobar
No hay cojín como un amigo. Autor: Carlos Luis Mesa.
Cultivo una rosa blanca. Autor: Fabián García.
Tiene el leopardo un abrigo. Autor: Ignacio Lumpuy.
Que el vaso no sea más que la flor. Autora: Irma Peniche.
Pensar es servir. Autor: Arístides Torres.