Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Joven cubana abre su alma a China (+ Podcast y Videos)

Una tunera residente en Harbin, China, compuso un tema en homenaje a la lucha constante del gigante asiático para erradicar las nefastas consecuencias de la COVID-19

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS.— Esos dos metros de separación crecieron en inmensas dimensiones a los ojos de ambas. A un lado, una niña pequeña con la vista húmeda y un pedido desde corazón. Al otro, una joven galena, forrada hasta los dientes y negada a moverse. La pequeña volvía una y otra vez a reclamar su derecho a un abrazo. Ambas lloraron, vencidas en la distancia, como gran parte del mundo aún lo hace.

«Durante estos casi 70 días de cuarentena, y ante todo el desastre que ocurre en gran parte del orbe, hemos estado muy dolidos y asustados. He vivido el inmenso sacrificio del pueblo chino, el primero en enfrentar a la COVID-19, y he visto cuántas muertes ha causado. Por eso compuse la canción Toma mi mano».

Así lo cuenta, desde la ciudad de Harbin, en el gigante asiático, la tunera Daylín Solís González, aún con el dolor punzante al ser testigo de la triste imagen de esa madre-doctora y su pequeña, desesperadas por decir te quiero de la manera más universal.

Con la candidez de sus 21 abriles, y con nostalgia por la magia natural —un tanto perdida después de tantos días de desesperación— que la recibió en China, nos cuenta que llegó allí hace dos años por un contrato de trabajo del grupo Ébano, invitado a prestigiar los espectáculos que gestiona la Manji Culture Development, empresa encargada de representar a artistas de nuestro país en varias ciudades de esa extensa nación.

«Somos una gran familia. El percusionista Aomalis Luis y el productor Geovany González se sentaron a organizar mi idea y grabaron la base de la canción. Luego la enviaron al resto de los muchachos y cada quien puso su granito de arena», detalla Daylín cómo se materializó este bálsamo artístico con sello cubano para una de las naciones con mayores traumas por el Sars-CoV-2. Un canto de esperanza que, gracias a la magia de Internet, ha trascendido fronteras y pronto se subtitulará en chino.

«Cada quien grabó frente a su computadora en las diferentes ciudades donde vivimos: Harbin, Suzhow y Xian. Después lo enviaron y en el estudio se organizó el tema», añade ella, quien también comparte sus experiencias en el canal de Youtube Cubanos en China, donde se publica la convivencia entre ambas culturas en esa nación.

«Los artistas podemos trasmitir orientación, ánimo, e impregnar fuerzas, que es una de las armas más fuertes en esta etapa. La Embajada de Cuba en este país ha hecho un increíble trabajo informándonos sobre todo lo que sucede, ya que circularon, con otros intereses, muchas noticias falsas», narra ella vía WhattsApp.

— ¿Cómo fue vivir esos días en la nación donde nació la COVID-19?

— Muy difícil y fuerte: Dos empleados de la compañía fallecieron. El sonido de drones sobrevolando. La construcción de un hospital en 10 días… Aunque siempre sentimos mucha protección, porque este pueblo hizo un trabajo increíble. Gracias a nuestra Embajada y a la Asociación de cubanos residentes en China nos mantuvimos unidos. Es la única manera de pasar y vencer esto.

«En un principio fue incómodo. No nos dejaban salir en grupos ni a comprar comida. Crearon una aplicación de salud donde debías escanear un código y automáticamente se vinculaba a tus datos de teléfono, de esa manera sabían a qué lugares te movías y con qué frecuencia. Pero ese estricto control fue lo que permitió detener la pandemia».

— ¿Cómo vive hoy China?

— Ya estamos incorporándonos al ajetreo de la vida. Es una etapa nueva en la que hay que adaptarse a vivir con riesgos de contagio. Por ello, se sigue al pie de la letra las medidas de protección.

«Esta experiencia me permite recomendarle a todo el pueblo de mi tierra querida que siga cada una de las orientaciones que les da el gobierno, sobre todo permanecer en la casa. Aquí aprendí que para vencer y recuperarnos resulta vital la disciplina y la higiene», alega.

Aunque los colores y sonidos de la China que conoció a su llegada han cambiado, esta cubana aún labora, junto a gran parte de esa familia musical basada en son, rumba y guaguancó, en su primera producción discográfica, Alma, a fin de darle calor a los espíritus.

«Quiero cantarle a la vida y al amor para todo el mundo», dice finalmente, en un tono que llega como marejada limpia y de paz.

Escuche otros detalles de esta entrevista en nuestro podcast Más que papel

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.