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¿Cómo diseñamos el futuro?

Nuestros diseñadores deben ejercer un papel mucho más activo a nivel social, no solo como creadores de nuevos productos, sino como agentes implicados y formados con nuevos valores, se dijo en la inauguración del 10mo. Congreso Internacional de Diseño Forma 2019, que acontece en el Palacio de Convenciones de La Habana

Autores:

Aracelys Bedevia
Daniela Fernanda García Gonzales

«La inversión en Diseño no puede esperar a tiempos mejores. Estos nunca llegarán si no diseñamos. El punto de partida de todo diseño está en la decisión de lo que hay que hacer. Nos espera mucho futuro por delante. O lo diseñamos o nos lo diseñan», advirtió el Doctor en Ciencias Sergio Luis Peña Martínez, director general del Instituto Superior de Diseño (ISDi), durante la jornada inaugural del 10mo. Congreso Internacional de Diseño Forma 2019.

En conferencia magistral impartida como parte de la apertura del evento, que bajo el lema El futuro diseñado, comenzó este martes en el Palacio de Convenciones de La Habana y se extenderá hasta el viernes, el también Presidente del comité organizador afirmó que tenemos la responsabilidad de diseñar nuestro futuro. «Un gran proyecto espera por nosotros. Solo que el futuro no puede ser edificado con desechos del presente y no existen referentes para tan noble encargo de diseño».

Ante un auditorio integrado por más de 300 delegados de 17 países, Peña Martínez destacó la gran responsabilidad que exige ejercer la profesión del diseño. Las decisiones tomadas hoy serán determinantes en la configuración del mundo de las generaciones futuras, dijo. «Si queremos un futuro sostenible y próspero para todos será necesario mantener la brújula continuamente orientada hacia el “verdadero futuro”».

El Director General del ISDi, quien acaba de recibir el Premio Nacional de Diseño, manifestó que en el contexto actual, local, virtual y mundial se necesita una mayor implicación de los diseñadores en cuestiones sociales, medioambientales o políticas. Añadió que nuestros diseñadores deben ejercer un papel mucho más activo a nivel social, no solo como creadores de nuevos productos sino como agentes implicados y formados con nuevos valores.

«En estos escenarios la tarea de los diseñadores podría consistir en proyectar soluciones y no solo soportes a funciones, diseñar escenarios de vida y no interiores, comunicación humana y no carteles para exponer y competir en concursos», apuntó.

Diseñar con un concepto integrador

Peña Martínez insistió en la necesidad de formar diseñadores con capacidad de diferenciar, desde la profesión, el bien y el mal, lo responsable y lo que no lo es. «Es casi más importante que la tecnología pues esta no será el factor diferencial y sí lo serán sus habilidades sociales, creatividad, empatía y, sobre todo, el uso de la máquina más poderosa que conocemos hasta la actualidad: el cerebro humano y su capacidad de crear», opinó.

En su discurso, resaltó una vez más, la oposición del proyecto político y de desarrollo social de Cuba a las prácticas neoliberales extendidas en el planeta, así como el reconocimiento social a nuestro país y la esperanza de que un mundo mejor es posible.

Exhortó, igualmente, a conservar «más humanidad y menos tecnología, más valores y menos modas, más calidad y menos glamour, más diseño invisible y útil». Por otra parte, señaló la urgencia de que la industria del diseño tome partido ante una economía basada en la producción constante de nuevos objetos.

«Nuestros esfuerzos como diseñadores deberían centrarse en crear cosas que tengan sentido para un gran público, en vez de diseñar caprichos para un sector reducido», sostuvo el conocido académico, quien recordó que el mundo del diseño tiene un enorme potencial para lograr un cambio sustancial al enfocar su accionar creativo en diseñar desde una postura más humana.

«Las crecientes necesidades de la sociedad no tendrán solución si el futuro para el diseño es un estilo, un lenguaje formal, una estética de Blade Runner, o si el pasado es retomado con ligera responsabilidad histórica como una nueva visualidad Vintage.

«Nos asiste el privilegio de convivir con problemas por resolver. Tenemos la posibilidad de diseñar con un concepto integrador donde todo ocupe su lugar: estética, sensaciones, uso e identidad. La búsqueda del futuro prometido continúa. La realidad nos dibuja un panorama plagado de oportunidades donde el diseño y sus profesionales pueden, con su quehacer, transformarlo.

«Se necesitan diseñadores comprometidos con la profesión, con el futuro y con el hombre, profesionales formados con competencia intelectual y ética, capaces de pensar y proyectar resultados diferentes», concluyó.

Según los organizadores de esta nueva edición del Congreso, en horas de la mañana se impartirán conferencias magistrales, y luego los delegados e invitados se reunirán en comisiones para dialogar sobre la formación, investigación, diseño sostenible, diseño industrial, de comunicación y la historia de la especialidad, entre otros temas.

Para las sesiones vespertinas están previstas, entre otras actividades, presentaciones de libros, de proyectos especiales y conferencias de especialistas; también, se dedicará un día a recorrer las sedes expositivas de la Bienal, junto con sus participantes.

 

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