Por quinto año consecutivo, la Casa del Joven Creador, sede de la AHS en Camagüey, recibió la condición de Vanguardia Nacional Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 21/09/2017 | 07:04 pm
«¿De especial? Compromiso. ¡Y mucho trabajo!». Es lo que le responde a JR Yunielkis Naranjo Guerra, presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Camagüey, cuando el diario indaga sobre las razones que llevaron al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura a otorgarle, por quinto año consecutivo, la condición de Vanguardia Nacional a la Casa del Joven Creador (CJC), sede de dicha organización en la provincia.
«Realmente vivimos para trabajar, para alimentar la espiritualidad de nuestra gente, de esa que se esfuerza por echar adelante al país. No nos mueven las efemérides ni las conmemoraciones, tampoco lo hacemos para cumplir con un plan. Nos distingue la constancia en esa responsabilidad de promover lo más sobresaliente del arte joven, del arte de vanguardia; y no permitimos que esa obra de altos valores estéticos se quede encerrada entre cuatro paredes».
—Algunos se asombran de la cantidad de actividades que consiguen realizar...
—Y es cierto, pero solo es posible por ese sentido de pertenencia que poseen los jóvenes creadores y los trabajadores todos de la CJC, que desde 2005 propone una programación aglutinadora que nace del inagotable talento de nuestros asociados y que toma en consideración los intereses de los públicos más diversos. En Camagüey la Casa del Joven Creador es la casa de todos.
«No es algo nuevo, de estos últimos cinco años, sino que los éxitos que ahora disfrutamos son el fruto de la labor que se inició en los tiempos en que Reynaldo Pérez Labrada era nuestro presidente, y que más tarde se intensificó con Gabriel Castillo al frente, para luego nosotros perfeccionarlo. Por supuesto que nos queda mucho por hacer, y sobre todo insistir en que no debemos perder la cultura del detalle, para que el resultado final sea aún más satisfactorio.
«Hace un momento reconocía el quehacer de los trabajadores de la CJC, con su elevado sentido de pertenencia y de responsabilidad. No se avanza mucho si los sueños, si los grandes proyectos que idean los artistas, no encuentran complicidad en ese personal que es esencial para que se puedan materializar. Idéntico nos sucede con el apoyo tremendo que nos brindan el Gobierno, el Partido, Cultura y sus instituciones, la UJC con su acompañamiento constante.
«Y no te niego que a veces nos “quejamos”, porque si bien es fundamental poder contar con los recursos, la gente necesita ese otro apoyo que complementa la existencia de un presupuesto, el aseguramiento de las condiciones. Siempre resulta muy estimulante cuando quienes nos dirigen están a nuestro lado en los momentos claves, cuando participan junto a nosotros, aunque sabemos las muchas otras responsabilidades que enfrentan.
«Retomando la pregunta que me hacías, te digo que la CJC agramontina posee nueve espacios para la promoción del arte joven, en los cuales se efectúan más de 50 propuestas caracterizadas, que sobresalen por su calidad y por la acogida que reciben del público. Cuando dejan de funcionar se restructuran, porque no surgieron para ser vitalicias sino para cumplimentar un objetivo. Estos espacios son los que le dan vida a la AHS y a su CJC, que han convertido en un lugar obligado para los noveles intelectuales y artistas».
—Para otorgarle otra vez tan alta distinción, ¿también se tuvo en cuenta la destacada labor comunitaria que desarrollan...?
—Sin dudas, nuestros proyectos comunitarios le han dado realce y prestigio a la organización. Cuando se llega a esas localidades intrincadas, de difícil acceso o más desfavorecidas, es como si sus habitantes se llenaran de luz: les brillan los ojos, el rostro se les ilumina con una gran sonrisa. Y si les preguntas de sus experiencias, enseguida te hablan de Golpe a golpe, de la Brigada de Jóvenes Creadores, de Cine en los barrios...
«A veces se nos mira con recelo porque dicen que es imposible que podamos cumplir con tantas acciones, mes por mes. Y sin embargo, tienen que admitir que con nosotros no existe la palabra fallo. Cuando, por ejemplo, se nos complica el transporte (se ha comportado más estable y hemos logrado una mejor comunicación con la Empresa), no la suspendemos, sino que de inmediato buscamos variantes. Si íbamos para Najasa, Nuevitas, Santa Cruz del Sur, nos trasladamos a una zona más cercana, porque lo espiritual nunca está de más y donde quiera que vayamos nos recibirán con los brazos abiertos. La programación cultural no puede ser algo rígido, partiendo de que los artistas son seres humanos, no máquinas.
«A todas esas comunidades y a los municipios del territorio los hacemos protagonistas, de nuestros eventos, ya sean de carácter nacional como provincial.
«Es extraño que alguien que nos visite por primera vez no se asombre: “Ah, pero ustedes están locos, no sé cómo pueden realizar tantas actividades al mismo tiempo”. Pero es que no puede hacerse de otro modo, es a lo que hemos acostumbrado a nuestro público, que no limitamos. Esas palabras que vienen de afuera también estimulan a los que de adentro a veces piensan que no se les atiende bien, que aún no hacemos suficiente, y tal vez tengan razón, pero cuando se enfrentan a otra realidad se me acercan y me dicen sonrientes: “presidente, es verdad que nosotros estamos ‘bola’os’”.
«Puedo invitarte a que realices encuestas en el lugar más complejo y alejado que tenga Camagüey, en los centros estudiantiles y de trabajo, en las penitenciarías... y estoy más que seguro de que te encontrarás a quien te hablará de esos jóvenes alegres e irreverentes, que no se rinden ante nada, y se referirán al Salón de Artes Visuales para Jóvenes Creadores Gestus, a la Jornada de Música Electrónica, al Festival de rap Trackeando, al de rock Sonidos de la ciudad, o al de trova Canto adentro; de la Cruzada literaria que el próximo año cumplirá 15 años, a la muestra audiovisual Almacén de la imagen, a la Feria de Jóvenes Creadores Golpe e golpe, que cierra cada año...
«Estimula ver cómo nuestros asociados se entregan sin importarles las condiciones en la que trabajarán o dormirán luego de terminar sus presentaciones. Lo hacen por el compromiso que tienen no solo con la AHS y con la Revolución, sino también con esa gente que los espera. Lo hacemos, literalmente, por amor al arte, y porque queremos hacer sentir bien a ese pueblo que se lo merece. A eso nos enseñó Fidel.
«Ahora estamos muy concentrados en organizar este septiembre una jornada de programación en la Casa del Joven Creador de Florida, que también en ese municipio se ha convertido en un sitio de referencia, en un centro de resistencia cultural donde, sin hacer concesiones, han logrado atraer a un público que se interesa por la buena música y por las propuestas de calidad. Y justamente por ello debería encontrar mayor apoyo de las autoridades del territorio, porque esos asociados están realizando un esfuerzo enorme y están entregando su mejor arte de corazón, presentando de martes a domingo una programación caracterizada, atractiva».
—Imagino entonces que estarán superfelices, satisfechos...
—Y lo estamos. Ciertamente contamos con la CJC más confortable del país, que se siente orgullosa porque ha logrado fundar, en no pocas ocasiones con la colaboración de proyectos internacionales como la ONG Camaquito, representada por Mark Kuster, espacios como el café literario La Comarca, la sala de video y conferencias Canal 11, dos galerías, el Balcón de las artes, la Terraza Arte joven, una sala de navegación abierta las 24 horas...
—¿Y qué ha sucedido con aquellos otros proyectos que hace tres años anunciaste se pondrían en función del arte joven?
—Son acuerdos, proyectos que vienen del año 2009, 2013 o 2015, y que por diversos motivos aún están pendientes o no han logrado avanzar lo suficiente. Es por ello que aún no hemos podido poner en marcha la Casa de la Música Electrónica, el anfiteatro para el rock, el rap y los espectáculos, y será la sede de Golpe a golpe; la Productora audiovisual Luz Joven, con espacios para la edición y la grabación; y hasta soñamos con un lugar para el alojamiento de esos asociados que vengan de otras provincias para hacer los necesarios intercambios culturales.
«Estamos conscientes de las obras de importancia que se acometen en la provincia, y no nos creemos el centro del mundo, pero también somos pacientes, perseverantes y tenemos confianza en el futuro».